El año con más divorcios que bodas

R. Chavarri
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Las parroquias anotan una recuperación del ritmo de peticiones para formalizar unos matrimonios que se tuvieron que aplazar por el COVID

El año con más divorcios que bodas - Foto: Tomás Fernández de Moya

El pasado año 2020 pasará a la historia como el primero en el que la provincia fue escenario de más rupturas matrimoniales que de bodas. Mientras que apenas 700 parejas se dieron el sí quiero en un año marcado por las restricciones a la movilidad y el confinamiento domiciliario, casi un millar de parejas rompieron sus uniones. 

La pandemia, claro, está detrás de toda esta nueva realidad demográfica. Si lo habitual es que en la provincia se hagan entre 1.600 y 1.700 bodas al año, en 2020 apenas hubo 711. En abril, por ejemplo, encerrados en casa, el Instituto Nacional de Estadística dejó a cero el número de enlaces registrados en la provincia, y fueron apenas cinco las uniones que fructificaron en mayo. No fue hasta septiembre cuando se recuperó el ritmo de un centenar de ceremonias al mes con una recta final del año en la que las uniones, de nuevo ante restricciones a la movilidad, con cierres perimetrales de las comunidades autónomas, volvieron a dar un bajón estadístico y apenas se anotaron poco más de medio centenar. 

Las parejas dejaron para tiempos mejores las bodas que explotan este año y en 2022. Así lo aseguran a este diario desde la parroquia de la iglesia de San Pedro. Allí se habla de la recuperación del ritmo de peticiones de fechas para matrimonios previo a la crisis sanitaria tras pasar los peores momentos de la pandemia, que obligaba también a limitar al máximo la presencia de invitados a este tipo de enlaces. 

Y pese a que 2020 fue el año en el que probablemente más tiempo juntos pasaron juntas las parejas, no significó un incremento de las rupturas matrimoniales. De hecho, las cifras del Consejo General del Poder Judicial anotan incluso un descenso de las rupturas en comparación con el prepandémico 2019. Hubo menos divorcios y menos separaciones en parte, por la propia paralización de los órganos judiciales, que tuvieron que ajustar su día a día a las medidas anticovid, y por la crisis económica que acompañó también al coronavirus. Un año después, con datos del primer trimestre de 2021, esa realidad ha cambiado. Mientras que en España las cifras de divorcios y separaciones crecen casi un seis por ciento, en Ciudad Real aumentan más:por encima del 11 por ciento en comparación con los primeros tres meses del año 2020, justo antes de la pandemia.