Incierta espera en el balonmano provincial

Manuel Espadas
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Los principales clubes de Ciudad Real aguardan impacientes una decisión de la Federación Española sobre el futuro de las competiciones

Partido de esta temporada entre el Pozuelo y el Bolaños. - Foto: Pablo Lorente

Mientras ligas europeas como las de Polonia, Eslovenia, Noruega o Suecia ya han dado por finalizadas sus respectivas competiciones por la situación de paralización indefinida provocada por el COVID-19, la Federación Española de Balonmano (RFEBM) sigue esperando acontecimientos, sin tomar una decisión definitiva. La semana pasada su presidente, Francisco Blázquez, expresaba públicamente su deseo de apurar las opciones para terminar las competiciones, y aunque no se lograra, avanzó que habría ascensos y descensos.

Así, clubes, jugadores y entrenadores esperan con impaciencia una decisión que en Castilla-La Mancha se tomaría al pie de la letra por parte de la Territorial, todavía presidida por Enrique Corcuera, que defendía que «hay que dar un tiempo. Lo que sea no se va a decidir ya. Está todo en el aire», y dejaba muy claro que en la Territorial se actuará siempre en sintonía con lo que se decida en la Española.

Puestos al habla con los presidentes de los principales clubes de la provincia, el sentir general de estos es de total incertidumbre y deseos de poder saber en breve a qué atenerse, por el bien personal de sus plantillas y el de sus economías. Si se puede jugar lo que queda, mejor; si no, dar la temporada por finalizada cuanto antes.

BM BOLAÑOS. Ana Almansa es la presidenta del BMBolaños, club con dos equipos en categoría nacional, además de otros en competiciones regionales. Ya anuncia que «el club estará en línea» con lo que diga la RFEBM, asumiendo que «cualquier decisión que tome será complicada y no gustará a todos, así que la respetaremos». Es de la opinión de que si no se pueden jugar los partidos que quedan, deberían computar los disputados hasta la fecha, sin tomar como referencia la clasificación de la primera vuelta, y eso que en el caso de Plata Femenina, esta opción beneficiaría a su equipo, que cruzaba el ecuador de la competición como colíder del Grupo D. Eso sí, Almansa pide que lo que sea se decida «lo más rápido posible», aunque se resigna a «esperar con paciencia, porque hay que ser prudente con cualquier decisión que se tome». En cualquier caso, lo que realmente preocupa a la presidenta del club berenguelo es el estado de sus jugadores y técnicos, con los que «cumpliremos nuestros compromisos también en el mes de abril».

BM POZUELO. En el Soliss Pozuelo, su presidente, Eusebio Angulo, no cree que se vuelva a jugar este curso. «Viendo cómo evoluciona esto, creo no vamos a poder jugar más». Sobre los ascensos y descensos, «la decisión es compleja, porque son competiciones que se han iniciado pero no han terminado. Siempre habrá gente perjudicada».

BM ALARCOS. Juan Pablo Marciel también espera con impaciencia noticias de la Española. El máximo mandatario del Vestas Alarcos sólo piensa en «el bien común y la salud de todos» a la hora de optar por una opción u otra, pero desea que esta «difícil decisión» se produzca «en breve, porque no debemos estar mucho más tiempo de espera;los jugadores tienen que saber a qué atenerse». No obstante, subraya que «acataremos lo que diga la Federación». El primer equipo del Alarcos se encuentra instalado en la mitad de la tabla en Plata Masculina.

BM CASERÍO. En el otro club de la capital, Raúl Fernández se muestra pesimista sobre la posibilidad de que se vuelva a jugar un partido esta temporada. «En tiempos de incertidumbre todos buscamos certezas. Sin embargo, comprendo perfectamente la actitud de la Federación. Quiere terminar, de una manera u otra, la competición, y se aferra todo lo que puede a ello. Es una situación muy complicada y no nos queda otra que ser pacientes. Creo que no sabremos nada hasta comienzos de mayo», apuesta el presidente del BM Caserío, colíder del Grupo F de Primera Nacional.

CÁTEDRA 70. Si la competición en Primera Territorial se diera por concluida y válida, el nuevo campeón de Castilla-La Mancha sería el Cátedra 70 de Malagón, actual líder. Su presidente, Carmelo Alcázar, cree que «si las competiciones se consiguieran terminar en mayo o junio -no más-, lo suyo sería jugarlas por el bien del balonmano. De lo contrario, que todo quede como está y se dé por finalizado todo, con sus ascensos y descensos, que no sería justo, pero el deporte tiene que mirar hacia adelante».