El presidente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Azafrán de La Mancha, Carlos Fernández, muestra su «alegría y satisfacción» por la operación que, como adelantó La Tribuna, Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera llevaron a cabo en la provincia contra el fraude de esta especia. Asegura que desde hace ya tiempo la Denominación de Origen Protegida viene reclamando a la Administración que ponga coto al intrusismo de un producto que, amparado bajo la calidad manchega, está considerado como el mejor del mundo, por lo que el desmantelamiento de un grupo criminal dedicado a la comercialización fraudulenta del azafrán es «muy buena noticia».
Fernández reconoce, que a pesar de haber puesto en conocimiento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en varias ocasiones la existencia de un gran número de denuncias por intrusismo en el azafrán, el golpe que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han llevado a cabo contra la importación del azafrán vendido como de La Mancha «ha pillado de sorpresa» al propio organismo. «Trasladamos a la directora general de Alimentación del Gobierno regional nuestra preocupación por la venta fraudulenta y nos aseguraba que se estaba actuando en ello. Y efectivamente, les tenemos que dar la razón», manifiesta.
Tras agradecer el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Fernández pide ahora que esa labor se vea respaldada «a nivel jurídico con una sentencia que realmente apoye la actividad de la Policía, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera». En este sentido, recuerda que desde 2014 se está a la espera de que se celebre el juicio por la denuncia interpuesta por el Consejo Regulador contra el uso ilegítimo del etiquetado de la DOP. «Una empresa empezó a comercializar azafrán en Estados Unidos con etiquetas falsificadas sin estar registrado en la denominación, y todavía no se ha arrojado luz a ese juicio, por lo que si esta actividad policial no se ve respaldada a nivel jurídico poco avanzamos», argumenta al tiempo que reconoce que el desmantelamiento de esta red es «ya un paso importante y significativo».
Insiste que desde la DOP se garantiza la procedencia y la máxima calidad, por lo que cualquier actividad fraudulenta que vaya en contra de sus intereses, siempre es positivo que se restrinja, ya que «es una forma de revalorizar nuestro trabajo y nuestro sello de la Denominación de Origen. Es la única manera de garantizar legal y objetivamente la trazabilidad, la procedencia y la máxima calidad», señala.
Como así adelantó La Tribuna el pasado viernes, los ahora investigados traían el azafrán del extranjero por vía área a través del aeropuerto de Barajas (Madrid) y después lo transportaban hasta municipios de la provincia de Ciudad Real para venderlo posteriormente como azafrán de La Mancha, el más apreciado y de mayor valor en el mercado. La banda criminal comercializaba el producto como si fuera la codiciada especia e ingrediente de lujo que se produce en La Mancha. Vendían el kilo a unos 300 euros, cuando el valor del azafrán de La Mancha auténtico supera los 3.500. De ahí, que se le conozca con el sobrenombre del oro rojo de La Mancha.
Se practicó una entrada y registro con autorización del juez en una vivienda unifamiliar de Miguelturra, donde reside un ciudadano iraní dedicado presuntamente a importar y exportar azafrán con el marchamo de La Mancha sin serlo. Además de este registro, se efectuaron otros en domicilios de los municipios de La Solana y Poblete, y también de Albacete. Las actuaciones están bajo secreto sumarial.