A medida que pasan los días, cobra fuerza la opción de que las competiciones del fútbol no profesional en España no concluyan esta temporada. La prolongación del estado de alarma hasta el día 26 de abril y la más que probable prórroga hasta el 10 de mayo, complica aún más la posibilidad de que las ligas más modestas se puedan retomar, por mucho que puedan utilizarse semanas de verano para disputar los encuentros. 

En España la Federación Española suspendió de forma indefinida todas las competiciones de fútbol y fútbol sala hasta que el Gobierno considere que pueden retomarse en las debidas condiciones de seguridad necesaria para todos los asistentes. Por lo tanto, no se puede descartar nada, pero siendo realistas, la posibilidad de que el balón pueda volver a rodar en los campos de los equipos más modestos  se antoja cada vez más complicada.

Si en España las autoridades federativas siguen sin dar una solución definitiva, otros países como Inglaterra y Portugal ya han dado por concluidas sus temporadas.

La Federación del país luso anunció en la tarde de este miércoles que todas las competiciones del fútbol no profesional, fútbol femenino y fútbol sala quedaban suspendidas de forma definitiva, siguiendo el ejemplo de la Federación Inglesa, que hace unas semanas había tomado ya esta misma postura.

La Federación de Portugal entiende que las condiciones sanitarias no son las idóneas para que los clubes aficionados puedan entrenarse y competir con todas las condiciones de seguridad necesarias y dio por concluida la temporada sin ganadores. 

En España, competiciones como la Segunda B o la Tercera División, que aglutinan a los mejores equipos de la provincia, tenían aún diez jornadas de liga regular por disputarse, a las que había que sumar otros seis partidos más de las fases de ascenso. Las piezas no encajan en el calendario, ésa es la realidad. Y, una vez dado el paso de cancelar las competiciones, faltaría por saber cómo se resuelven las competiciones en una situación sin precedentes.