Dos hombres y una mujer están pendientes de la resolución del juez instructor de Valencia tras ser detenidos en Puertollano, ciudad en la que se escondieron tras un tiroteo en el que murieron dos personas y otras resultaron heridas en el cementerio de la localidad valenciana de Torrent, según avanzó La Tribuna el viernes, en la página web.

Tras la detención, el juez de guardia de Puertollano les envió directamente a prisión, en un principio a Herrera de La Mancha, según fuentes jurídicas, aunque podrían ser trasladados a una cárcel levantina. Fueron conducidos a la cárcel por agentes de la Policía Nacional encargados de las actuaciones y desplazados a Puertollano desde Valencia para la detención de los tres sujetos.

Se habían escondido en este municipio ciudadrealeños tras los hechos desencadenados en el cementerio de Torrent el día de Todos los Santos del año pasado. Se les ha detenido como presuntos autores de dos  delitos de homicidio y uno de lesiones. 

Niegan los cargos. Los acusados niegan los cargos que se les imputa, incluso aseguran que no estaban en el camposanto ese día, según ha podido saber La Tribuna.

Las detenciones se efectuaron  tras unos registros en una vivienda de la barriada del Carmen de Puertollano  la madrugada del pasado viernes. La Policía Nacional estableció un dispositivo de seguridad para garantizar la entrada y registro, para evitar sorpresas, incidentes y posibles fugas. En el dispositivo participaron agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional. 

 El titular del Juzgado que estaba de guardia decretó el secreto de actuaciones, indicaron a este diario otras fuentes judiciales. 

Los detenidos, al parecer, no tienen conexión alguna con familias y clanes de Puertollano y habrían decidido esconderse en esta ciudad. 

En el tiroteo murieron dos hombres, uno de 79 años por una bala perdida. El hombre había ido al camposanto a poner flores en la tumba de su mujer y recibió un balazo. El otro muerto pertenece a una de las familias en pugna. En el intercambio de disparos también hubo heridos. Al parecer, los detenidos pertenecen al clan de los 'Bocanegra'. Fuentes policiales apuntan al control del tráfico de drogas en el barrio de Xenillet de Torrent como motivo de esta rivalidad entre clanes, que les llevó incluso a enfrentarse a tiros en 2016. Después de aquello algunos miembros de ambas familias se dispersaron por varios pueblos para evitar nuevos altercados. Sin embargo, la paz armada saltó por los aires el pasado 1 de noviembre, cuando uno de los 'Bocanegra', el principal sospechoso, acudió al cementerio junto con otros familiares. Las rencillas resucitaron, salió a relucir un arma corta con munición de 9 milímetros y disparó con las consecuencias ya conocidas: un muerto del clan rival y otro, un hombre de 79 años que tuvo la desgracia de estar en el lugar equivocado.