Fue el 13 de enero cuando, según los datos del Sescam, la cifra de contagios en la provincia de Ciudad Real tocó techo: el acumulado semanal superaba la barrera de los 12.000 positivos por coronavirus, con una media de 1.700 nuevas infecciones detectadas cada día en el que fue el pico de la sexta ola. Desde entonces, un mes después, la curva de positivos ha bajado semana a semana y día a día. Ayer, según Salud Pública de Castilla-La Mancha, la suma semanal de infecciones bajó de los 2.400, con menos ya de 350 positivos al día. En el último mes, las cifras de infecciones son cinco veces más bajas. 

Menos contagios y menos ingresos. La presión hospitalaria en este mes de caída de positivos se ha reducido un 35%. De los 114 ingresos que se contabilizaban entonces se ha pasado a 73 personas atendidas en cama convencional en los seis hospitales públicos del Sescam en Ciudad Real. En la capital, por ejemplo, hay ahora la mitad de pacientes que había el 13 de enero: 25 por los 50 que estaban en cama convencional por coronavirus. Durante el fin de semana, los datos de hospitalizaciones se estabilizan con un repunte de ingresos, leve, en Valdepeñas, Alcázar de San Juan y Tomelloso.

En las UCI, según la sanidad castellanomanchega, hay 11 personas conectadas a un respirador en su lucha contra el COVID-19. Es también una más de las que había el jueves ingresada en las unidades de críticos, donde de las 13 últimas personas ingresadas, nueve superaban los 60 años de edad y la persona más joven ha sido una mujer de entre 40 y 49 años.

La única curva que aún no cede es la de la mortalidad. El fin de semana deja dos fallecidos más por SARS-CoV-2. El virus se ha cobrado 1.865 vidas en Ciudad Real, quince de ellas en la última semana. Desde el 18 de enero, ese conteo semanal de defunciones por la pandemia supera todos los días la decena de muertes.