El descenso de la tercera ola de infecciones por coronavirus en la provincia sigue avanzando, después de que el fin de semana dejara apenas 56 contagios y una incidencia acumulada en los últimos 14 días de ya solo 68 casos por 100.000 habitantes, lo que deja a Ciudad Real a las puertas de alcanzar la situación de riesgo medio, al menos, en lo que se refiere a este indicador, que alcanza las mejores cifras desde el 13 de agosto.

El resto de cifras que marcan la evolución de la pandemia en la provincia siguen dejando buenas noticias. Así ocurre con las hospitalizaciones, que dejan 15 pacientes ingresados en planta por coronavirus, 30 veces menos que el pico alcanzado de presión hospitalaria en la tercera ola de contagios allá por finales de enero.

De hecho, hay hospitales, como el de Puertollano, donde suman ya una semana sin tratar a ningún paciente con coronavirus en cama convencional, mientras que los centros de Manzanares y Tomelloso tienen a un solo paciente afectado por el SARS-CoV-2. Siete de los afectados por COVID-19 están en Alcázar de San Juan y hay cuatro en la capital y dos en Valdepeñas. Comparado con hace una semana, el número de hospitalizaciones ha caído en nueve pacientes.

También vuelve a caer la ocupación en las UCI, donde aún siguen combatiendo contra el virus 26 personas. Son cinco menos que hace una semana y es necesario remontarse a finales de diciembre para encontrar una situación con menor carga de trabajo en las unidades de críticos de los hospitales de Ciudad Real, Puertollano y Alcázar de San Juan.

La otra buena noticia que deja las cifras facilitadas por el Sescam es que las residencias de mayores de la provincia vuelven a estar libres del coronavirus. Según Sanidad, de hecho, son tres las provincias de la región que se encuntran sin positivos en los centro sociosanitarios: Ciudad Real, Albacete y Cuenca, una situación que desde el Gobierno regional se vincula con la vacunación de estas residencias que comenzó a finales de 2020. En total, solo hay nueve mayores que se encuentran en residencias de Toledo y Guadalajara afectados por el COVID-19.

En cuanto a los fallecidos, Salud Pública de Castilla-La Mancha notificó cinco defunciones en la provincia, donde ya han perdido la vida 1.676 personas