De ruta por antiguas prisiones

L.G.E.
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Muchos monumentos y enclaves que hoy disfrutan los turistas, fueron lugares de penurias y cautiverio para personajes célebres y anónimos

Cuentan en Argamasilla de Alba que en esta cueva empezó Cervantes a escribir el Quijote. - Foto: Rueda Villaverde

En Barcelona ha salido competencia a Gaudí. Desde que abrió sus puertas en 2018 (o casi mejor sería decir que desde que la cerraron), la cárcel Modelo ha recibido más de 150.000 visitantes. Las prisiones se han convertido en reclamos turísticos, algunas de ellas por su componente histórico, como la Kilmainham Gaol, de Dublín, donde ejecutaron a los líderes de la revuelta independentista irlandesa, y otras mitificadas por sus fugas imposibles y por el cine como Alcatraz, en San Francisco. 
Aunque en Castilla-La Mancha no hay referentes tan mundialmente conocidos, tampoco faltan ejemplos de monumentos que hoy disfrutan los turistas y en los que en el pasado muchas personas, algunas muy célebres, sufrieron penurias. 

Argamasilla de Alba

Quizá esta ruta habría que empezarla por la celda más productiva de la región, la famosa cueva de Medrano de Argamasilla de Alba. Es un sótano-cueva al que se accede desde el patio de un caserón manchego y la tradición cuenta que allí estuvo encarcelado Miguel de Cervantes y que fue en este cautiverio donde comenzó a escribir el Quijote. Hoy se puede bajar a dicha cueva, ambientada con un camastro que sale de la pared y con una mesa en la que no cuesta nada imaginar a Cervantes escribiendo. De la pared cuelga una espada, una lanza y una bacía de barbero como la que portaba Alonso Quijano.

Cuentan que la princesa de Éboli solo podía salir a este balcón enrejado.Cuentan que la princesa de Éboli solo podía salir a este balcón enrejado. - Foto: Javier Pozo

Pastrana
También célebre es la prisionera vinculada a la villa ducal de Pastrana, en Guadalajara. Acusada de conspirar en la Corte, la princesa de Éboli tuvo que permanecer confinada en su palacio hasta su muerte. Cuenta la leyenda que solo la dejaban asomarse al balcón enrejado de la torre una hora cada día. La princesa de Éboli es hoy una de las protagonistas de las recreaciones históricas del Festival Ducal de Pastrana. 

Sigüenza

En el castillo de Sigüenza, donde hoy se puede pasar una noche durmiendo, ya que es un Parador, fue hace muchos siglos la prisión una reina. Fue Blanca de Borbón, a la que su marido Pedro I el Justiciero la mandó encerrar por no cobrar el dinero que correspondía de la dote. 

La antigua cárcel de Cuenca es hoy el Archivo Histórico Provincial. La antigua cárcel de Cuenca es hoy el Archivo Histórico Provincial. - Foto: Reyes Martínez

Chinchilla
Cerca de Albacete capital, se alza en lo alto de un monte el castillo de Chinchilla. Su posición inexpugnable hizo que albergara un penal hasta no hace tanto tiempo. Se construyó dentro del recinto de la fortaleza en el siglo XIX. Funcionó hasta mediados del siglo XX cuando sufrió un incendio provocado por los propios prisioneros y fue finalmente demolido. 

Toledo
Hay un relato muy conocido de Poe, el de 'El pozo y el péndulo', que está ambientado en una cárcel de la Inquisición en Toledo. Esa terrible celda seguramente solo se pueda rastrear en la imaginación del escritor norteamericano, pero en una ciudad tan antigua como Toledo no es difícil encontrar edificios que se utilizaron como cárceles. Eso ocurrió, por ejemplo, con la Posada de la Hermandad, donde hoy tienen sus despachos los grupos políticos municipales. 

Más fotos:

Pasadizos de la Posada de la Hermandad, en el casco histórico de Toledo.
Pasadizos de la Posada de la Hermandad, en el casco histórico de Toledo. - Foto: David Pérez
En el interior del castillo de Chinchilla se construyó un penal en el siglo XIX
En el interior del castillo de Chinchilla se construyó un penal en el siglo XIX - Foto: Arturo Pérez

Cuenca
En Cuenca también saben de reciclaje y su actual Archivo Histórico Provincial está en un edificio que fue castillo, tribunal de la Inquisición y prisión.