El cereal, con unas 650.000 toneladas y volatilidad de precios

Manuela Lillo
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La campaña ha finalizado con una producción que está «por encima de la media» y que ha vuelto a cotizar esta semana tras «la ruptura» de la pasada

El cereal, con unas 650.000 toneladas y volatilidad de precios - Foto: Rueda Villaverde

Punto final. La campaña de cereal más incierta de las que se recuerda ha llegado a su fin en la provincia de Ciudad Real. Aunque al principio se temía lo peor debido a la ola de calor que golpeó a la provincia ya en el mes de junio, finalmente no ha ido mal, al menos del todo. Se han recolectado entre 650.000 y 670.000 toneladas, según las estimaciones de Asaja, por lo que se sitúa en una cosecha «por encima de la media», que ronda entre las 600.000 y las 650.000 toneladas.

«La producción no ha sido homogénea», en la parte norte de la provincia la cosecha ha dado peores resultados, mientras que en la zona media y sur ha ido mejor, «a excepción de las zonas del Campo de Montiel que se vieron afectadas por el calor», dijo el gerente de Asaja Ciudad Real, Agustín Miranda, quien comentó que la calidad también ha sido variable, según las zonas.

Ahora bien, la cosecha de cereal de Ciudad Real «supone una gota en un océano». Es decir, algo suma, pero poco en un escenario en el que se sufre una importante merma a nivel internacional debido a la guerra de Ucrania, dado que tanto este país como Rusia son dos grandes productores de cereal. «La cosecha se mide por países enteros en un mercado mundial» y, sin duda, la situación geopolítica está afectando de lleno a este producto.

Una de sus consecuencias ya se vivió en días pasados, cuando se quedó sin cotizar en la Lonja de cereal de Ciudad Real. «No cotizó porque las partes, los compradores y los vendedores, acordaron que había una volatilidad de precios bastante importante y era muy difícil conocer los precios en los que se podía comprar y vender».

Esta semana, sin embargo, sí ha cotizado la lonja y el precio de la cebada se ha situado en los 308 euros/tonelada, lo que supone un descenso en relación con los 340 euros en los que se llegó a fijar semanas atrás, cuando se alcanzaron importes históricos. En este caso, desde Asaja indicaron que si los agricultores consideran que son precios interesantes, pueden hacer sus liquidaciones y si creen que pueden mejorar, pueden esperar, puesto que recordaron que la semana pasada no era posible llevar a cabo dicha liquidación al no haber fijación de precios.

El panorama en cuanto a los precios está marcado por una incertidumbre total. «Existe tal volatilidad que no sabemos lo que va a ocurrir en las próximas 24 horas, ni hacia el alza, ni hacia la baja. Esa es la situación del mercado con la que nos encontramos».

Precisamente por esta razón, la lonja, que tradicionalmente cotizaba una vez cada quince días, lo hace ahora una vez a la semana para tratar de constatar los precios que existan en los mercados, si bien hay que tener en cuenta que actualmente se están recomponiendo las piezas del tablero mundial del cereal como consecuencia de la guerra de Ucrania y de la pandemia, que también afectó al transporte del cereal. «La diferencia entre una tendencia y la volatilidad es que la tendencia puede ir hacia arriba o hacia abajo, pero en la volatilidad sube y baja sin saber el orden ni concierto», concluyó.