Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


La pasión por la ciencia

26/01/2022

El 8 de agosto de 1916 se inauguraba, cerca de las cataratas del Niágara el Spanish Aerocar. Aún continua en funcionamiento y, durante este siglo de vida, no ha tenido un solo accidente.
Quizás sea poco sabido que su creador fue el ingenioso inventor español Leonardo Torres Quevedo. De su nombre da fe una placa que allí puede leerse.
El texto de la misma fue redactado por Francisco A. González Redondo, profesor titular de Historia de la Ciencia en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid.
 La semana pasada pudimos contar con él en nuestra ciudad, en el Congreso de la Real Sociedad Matemática Española, celebrado en nuestro campus universitario. Y pudimos disfrutar de una interesantísima exposición sobre Torres Quevedo, que Gónzalez Redondo ha comisariado.
Con una desbordante pasión por la ciencia pudimos escucharle contarnos cómo, nuestro pasaporte puede servirnos como herramienta didáctica en colegios e institutos. En los dibujos que lo ilustran aparecen numerosos inventos, algunos de ellos con sello español como el teleférico de Torres Quevedo o el autogiro de Juan de la Cierva, entre otros. Fueron hombres significativos pero también se comienza a saber que hubo mujeres cuyo papel fue decisivo para el avance de la humanidad.
Ahora que se aproxima el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el 11 de febrero, conviene transmitir a los niños y a las niñas la importancia de la investigación. Afortunadamente, desde hace algún tiempo, en nuestros educativos y Ayuntamientos, se vienen realizando actividades diversas en esta fecha para fomentar, también, las vocaciones femeninas. Sigue siendo necesario insistir en que la Ciencia y la Tecnología son universales, tanto para hombres como para mujeres y no es necesario nacer en grandes ciudades o determinados países para investigar y crear instrumentos decisivos para el progreso. 
Para ahondar en el lado femenino de la ciencia, el profesor González Redondo elaboró una conferencia titulada: 'Altamira tiene nombre de mujer y Matemática también'. En ella se puede aprender, por ejemplo, que las mujeres podríamos haber realizado los primeros registros matemáticos de la Historia.
Este investigador opina que una persona se enamora de aquellas materias en las que profundiza. Por eso es necesario seguir apostando por la difusión y la concienciación sobre la importancia de la ciencia y la técnica para el progreso humano. Más aún cuando, en estos tiempos, se está demostrando el número de vidas que pueden salvar.