Serendipia se encuentra embarcada en los últimos días de financiación en Verkami de Servet, un cómic que narra la vida del médico, teólogo, filósofo y pensador. Una conexión en la España vaciada con una editorial de Ciudad Real, para dar vida a una de las figuras claves de Huesca. Detrás del cómic están Javier Marquina, al guion, con quien habla La Tribuna, el dibujante Roberto García y José Luis Corral, autor de un libro clave para entender a Servet, El médico hereje.

Para hablar de avances del Renacimiento, siempre se piensa en Italia, no tanto en Huesca y un médico español.

Una de nuestras principales debilidades es que cuando pensamos en la historia nunca nos consideramos una fuente de cultura. Aquí hubo grandes figuras y gente como Servet, que una de las cosas que más nos está sorprendiendo es que es un gran desconocido. En Aragón, yo soy de Huesca, lo conocemos, pero porque nació en un pueblo y porque el hospital de Zaragoza se llama Miguel Servet, pero, más allá de eso, es una figura desconocida y es probablemente uno de los pensadores, filósofos y teólogos más importantes del siglo XVI. Además, es un pionero de la libertad de expresión y de la libertad de pensamiento.

¿Qué le debemos a Servet?

Aparte del famoso descubrimiento médico de la circulación pulmonar de la sangre, que es un descubrimiento que se hace casi por accidente, porque él estaba buscando el alma, creo que es una figura que teológicamente propone cosas muy interesantes, muy novedosas para la época. Se enfrenta tanto a la religión católica como a los protestantes, con su libertad de pensamiento, con la libertad para que decir lo que pensamos no pueda llevarnos ni a la cárcel ni a la muerte. Fue un pionero.

¿Qué es lo que más ha costado al llevar su vida al cómic? 

Son unas 70 páginas en las que se tiene que condensar una vida muy interesante, pero lo que más cuesta en los cómics históricos en general, es el trabajo de documentación y ser lo más riguroso posible en todos los aspectos. Requiere un trabajo de investigación y de documentación, bastante minucioso. Lo que más miedo da es cometer errores, no haber acertado a lo mejor con las fuentes, pero creo que al final es un trabajo que ha quedado bien documentado.

¿Cómo ha sido esta conexión de la España vaciada con un guionista de Huesca y una editorial de Ciudad Real?

Ha sido una conexión de esas capitales de provincia que parece que no existen, como puede ser Ciudad Real o Huesca, pero con actividad cultural y con vida. Yo publico otro cómic histórico que se llama 1585 Empel, que trata sobre el milagro de Empel, y a través de ese cómic Ángel Serrano, editor de Serendipia, me conoció, se puso en contacto conmigo y me ofreció este proyecto. Y claro, cuando se ponen en contacto para ofrecerte a hacer un cómic sobre la figura de uno de los oscenses más ilustres de la historia fue muy difícil decirle que no. Era casi una obligación hacer este cómic por mi parte y reivindicar la figura de Servet.

Aún queda una semana para que la gente pueda adquirir el libro en la campaña, ¿cómo convencería a alguien de que este cómic es algo que deben tener en su biblioteca?

Lo primero, porque creo que es un cómic que está fantásticamente bien dibujado por Roberto García Piñuelas, me parece que el arte es espectacular. Luego, es un cómic que hemos hecho muy ameno, que gira en torno a tres libros que a la larga le condenaron por las cosas que decían ellos y porque creo que es una de estas figuras que la gente tiene y debe conocer.

Cada vez hay más cómics que narran temas polémicos...

El cómic es un medio más pequeño y la discusión es menor, parece que ahí gozas de cierta libertad para decir las cosas. Eso nos permite ser más libres a la hora de crear y a la hora de contar cosas. El cómic es un medio de comunicación más, un arte más. Tenemos muchos estereotipos de identificar el cómic con los superhéroes o con el manga y en realidad hay un cómic para cada persona. Es una cuestión de que cada uno encuentre el que le gusta.