La Fonda de la Estación se rehabilitará con ayuda de Europa

Ana Pobes
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El Ayuntamiento continúa con su compromiso de convertir la antigua estación en un centro cultural y turístico y recreará cómo era el lugar con ayuda de la financiación de los fondos Feder

La Fonda de la Estación se rehabilitará con ayuda de Europa

El Ayuntamiento de Alcázar de San Juan continúa con su proyecto de convertir la antigua estación de la  Fonda de la Estación de Ferrocarril en un centro cultural y turístico y conservar la azulejería del lugar. Una actuación que el Consistorio, tras alcanzar un acuerdo con Adif, ya comenzó a realizar hace tres años, en 2018, cuando se adaptó el lugar a la normativa con una inversión de 33.000 euros. En aquella ocasión se adecuó el lugar y se llevó a cabo el empapelado y la decoración de la sala de espera. Era el primer paso para realizar actividades culturales relacionadas con los personajes que han pasado por la estación de Alcázar, entre ellos, al poeta Miguel Hernández (reconocido con una placa instalada en uno de los andenes).

Ahora, la pretensión del equipo de Gobierno es continuar con esas acciones para custodiar la azulejería, reconvertir este lugar en centro de recepción de visitantes y espacio cultural y dedicar un pequeño rincón como museo, en el que se recreará cómo era la fonda antigua. Para ello, destinará una partida de más de 143.000 euros, financiados en un 80% con fondos Feder de la Unión Europea.

La antigua Fonda de la Estación de ferrocarril constituye en sí misma un 'espacio con encanto' y un reclamo patrimonial y turístico, ya que en su interior se encuentra una azulejería singular, de inicios del siglo XX, que reproduce imágenes quijotescas de once capítulos de la novela de Cervantes. Singularidad que fue declarada como BIC (Bien de Interés Cultural) en el año 2016 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y que el Ayuntamiento tiene la obligación de proteger y custodiar.

Los paneles de azulejos que decoran la fonda y sala de espera de la estación del ferrocarril de Alcázar de San Juan proceden del taller de Mensaque Rodríguez en Triana (Sevilla). Su origen hay que buscarlo en la relevancia que adquirieron los talleres trianeros con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Los ceramistas tomaron como modelo las ilustraciones creadas por José Jiménez de Aranda para la edición de El Quijote de 1905, año en que se celebraba el III Centenario de la publicación de la primera parte de este libro. La gran afluencia de público a Sevilla con motivo de la Exposición trajo consigo el incremento de encargos a los talleres azulejeros y, en especial, popularizó la serie quijotesca.

Los azulejos se dividen en dos espacios claramente separados: la fonda y la sala de espera (que en su día fue salón de la fonda). Los paneles se sitúan formando zócalos interrumpidos por los vanos, de tal modo que el espacio de la fonda cuenta con un total de doce paneles. Todos los paneles tienen una altura de once filas de azulejos (1,47 metros) y una anchura variable en función de los huecos existentes entre los vanos de la fonda y de la sala de espera de viajeros, como así informa la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a través de la web https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/azulejeria-antigua-fonda.

En una de sus intervenciones, la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, aseguró que recuperar la fonda de la estación es una de las obras que mayor ilusión hace al equipo de Gobierno, ya que «se trata de recuperar parte de nuestra historia», declaró al tiempo que destacó la importancia y la simbología que este lugar tiene para generaciones de alcazareños, pero también para miles de viajeros que en algún momento han pasado por la estación de Alcázar en sus 160 años de existencia.