El Museo Gregorio Prieto es uno de los atractivos turísticos con los que cuenta Valdepeñas. Tras más de dos años cerrado al público, el centro museístico reabrió sus puertas el pasado mes de mayo con una imagen renovada y «más museística» gracias a una inversión de unos 600.000 euros. Desde su reapertura, por el Museo Gregorio Prieto han pasado más de 500 personas, lo que lleva a la satisfacción de su director, Raúl Luis García, quien se mostró «contento» por lograr estas cifras en algo más de un mes, lo que demuestra, argumentó, que la reforma y la nueva distribución «está gustando a la gente». «Las impresiones de los visitantes han sido todas positivas y muy buenas», añadió.
En declaraciones a La Tribuna, el director del centro museístico recuerda que el museo reabrió de forma «muy discreta», con una presentación ante los medios de comunicación, y a pesar de eso, «todos los días hay un goteo continuo de visitantes». La mayoría, procedentes de Valdepeñas, se han llevado una «grata sorpresa» con algunas de las novedades incorporadas como, por ejemplo, el audioguía o la nueva sala de exposiciones. Pero, reconoce, que también llama mucho la atención la nueva entrada al museo, ahora por la calle Unión, por un patio típicamente manchego. «Antes en desuso, ha impresionado mucho. Es una invitación a tener un rato de tranquilidad», comenta Raúl Luis García, quien añade además que otro de los recursos que destacan es la nueva iluminación, ya que «cada cuadro cuenta con su propio punto de luz, por lo que se puede disfrutar muy bien de la obra de Gregorio Prieto y sin muchos elementos».
Los fines de semana son los días con mayor registro de visitantes, aunque también lo han sido el Día de la Región, el 31 de mayo, cuando por el Museo Gregorio Prieto pasaron alrededor de unas 200 personas. Sin olvidar tampoco el Día de los Museos, que se celebró en la localidad el 15 de mayo, fecha en la que se registraron más de 200 visitantes, quienes pudieron contemplar la cueva subterránea de agua con tinajas de finales del siglo XVII y principios del XVIII con la que cuenta el museo y que solo se abre en ocasiones excepcionales, ya que «no se puede mantener siempre abierta».
En este sentido, Raúl Luis García asegura que es «muy difícil» valorar la repercusión que estas cifras tienen en la economía local. «Saber cuánto dejan en la ciudad es intangible, pero una de las cosas que más nos ilusiona es poder ofrecer este atractivo para atraer a más gente a la localidad y facilitar una estancia más prolongada que la de una cata de vinos. Y el Museo Gregorio Prieto es uno de los más importantes a nivel particular por la calidad y cantidad de los fondos, un valor que añadirá mucho al turismo local y de interior». Por el Museo Gregorio Prieto de Valdepeñas pasan, al año, una media de 3.500 personas.
Ahora, con este proyecto ya convertido en realidad, la Fundación Gregorio Prieto trabaja por llevar a cabo otras de las muchas iniciativas que tiene en la mesa. Entre ellas, comenta el director del museo, recuperar en su totalidad la actividad museística, por lo que el objetivo es que el próximo mes de septiembre se vuelva a celebrar el concierto que se hacía cada año con motivo de las Fiestas de la Vendimia y el Vino y que correrá a cargo de Sheila Blanco, quien ha convertido en canciones una selección de poemas de los autores de la Generación del 27. Mientras, ya en el mes de noviembre, se organizará la exposición individual de Elena Mazuecos, la última ganadora del certamen de dibujo Gregorio Prieto, que se celebró en 2019, pero que debido a las obras no se ha podido realizar antes.
Al detalle. En esta nueva y renovada estructura, la planta de arriba alberga la colección cronológica del artista, así como tres salas separadas por disciplinas y dos más relacionadas con su vida y obra y otra dedicada a la Generación del 27. Además, la planta baja acoge dos espacios temporales relacionados con el Certamen de Dibujo Gregorio Prieto y con la exhibición de la obra de la propia colección. Se trata de unas 350, de las 5.000 que conforman el archivo y que se exponen junto a otras de artistas como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Giorgio de Chirico, Pablo Picasso, entre otros. De ellas, 3.000 son dibujos.
El museo era una vivienda que el propio Gregorio Prieto compró. Este artista, fallecido en 1992 a los 95 años, tiene repartido parte de su legado en una treintena de museos, entre los que destacan los de Copenhague, Berlín o París.