Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Al PP le toca reaccionar

14/07/2022

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue el convidado de piedra en la primera sesión del Debate sobre el estado de la Nación. Si, como es presumible, la portavoz de su partido, Cuca Gamarra, realizó un discurso que había sido elaborado colectivamente y recibido el visé del líder, su intervención con ser muy estimable no tuvo el pedigrí de moderado, ni se correspondió con las preocupaciones del momento, ni con las necesidades de los ciudadanos, porque si el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, hizo esfuerzos por mostrarse concernido con quienes sufren por la inflación, al PP no se le escuchó tampoco un mensaje articulado sobre qué medidas tiene previsto aplicar para que la bajada de los precios se note en el bolsillo de los ciudadanos.  

Feijóo guardó las formas, dejó todo el protagonismo a quien le correspondía y al día siguiente, ya sin las ataduras del protocolo parlamentario, tampoco en su intervención pública explicó la panoplia de medidas que permitan conocer cómo van a bajar los precios, no los derivados de la guerra de Ucrania que sufren todos los países del mundo, sino aquellos que son propiamente nacionales y que venían de antes de que se desatara la invasión rusa. A estas alturas, el caramelo fiscal de la rebaja del IRPF en el que insiste Núñez Feijóo, se sabe lo que significa, según ha quedado de manifiesto en Andalucía y Madrid, un puñado de euros a la mayoría y cientos más a las rentas más altas. Pero en España la política corre mucho y las declaraciones se ven al instante ante el espejo de una votación ante la que toca retrata. ¿Dará el PP la espalda a la segunda tanda de medidas anticrisis, aunque beneficien mínimamente a los ciudadanos? Más creíble sería que sus críticas se dirigieran hacia la tardanza y las dificultades para que esas ayudas lleguen a los ciudadanos, aunque tengan la contraindicación de que si llegan en tiempo y forma es un tanto para el Ejecutivo.   

Tanto el discurso de Gamarra como la intervención de Feijóo no se separaron de los últimos argumentarios utilizados contra el Gobierno, su pronóstico de que se trata de un Ejecutivo "acabado" –aunque desde el martes dio muestra de revivir-, que se trata de un Gobierno en crisis –al menos no se puede decir con el cierre de filas operado en estos días con socios de gobierno y parlamentarios- , y que a Pedro Sánchez le queda muy poco tiempo en La Moncloa -a pesar de que se haya cansado de insistir en que agotará la legislatura-. Insiste el PP, con Feijóo a la cabeza en que el Gobierno está en descomposición, pero ese mantra, como el miedo a la derecha operado por la izquierda, tiene cada vez menos tirón. Sánchez ganó el debate y ahora toca reacción del PP con nuevos bríos.   

Dos últimos apuntes. Es conmovedor pensar que cuando el PP llegue al Gobierno no va a ir al copo de las instituciones –ya lo hace con la Justicia abiertamente y por la puerta de atrás-, y sería interesante que el PP no patrimonializara el sufrimiento de las víctimas del terrorismo porque son una herida abierta en el cuerpo nacional, y que reconociera que, afortunadamente, ETA hace ya una década que no mata. Los diputados de EH Bildu guardaron el minuto de silencio propuesto –indebidamente- por Gamarra y en su intervención la portavoz de ese partido declaró que "sentimos su sufrimiento y nos comprometemos a mitigarlo". A ver cuando empiezan a demostrarlo.