Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


Electromagos y automóviles

09/01/2023

Puso un neumático junto al árbol navideño, próximo al belén, sobre sus zapatillas. Extrema ocurrencia realizada para no olvidarse en las próximas elecciones. Excentricidad no entendida por los pequeños, pero aquel progenitor estaba pasando por momentos de apuro. Incluso entonó una plegaria al bendito San Nicolás, a ver si el milagro ocurría...
 Van pasando de manos y siendo abandonados los juguetes antiguos, los de hojalata dieron lugar a los de plástico y ahora, muchos, apenas ocupan otro lugar que el ciberespacio... Son imaginarios, tal vez como nosotros, muñecos imaginados por Otro. Y nuestros reyes, ¿cibermagos?
Casi ciento cincuenta municipios quedan implicados en los nuevos programas políticos que han de activar lo que denominan Zonas de Bajas Emisiones este año. Muy bonito esto de eliminar la contaminación de nuestras grandes urbes, muy lindo, sí, pero esto afecta a unos veinticinco millones de vehículos. Quien ya hace tiempo compró un coche y necesita de él para trabajar, pero no tiene dinero para renovarlo o todavía funciona estupendamente, no podría utilizarlo los días que indiquen las autoridades, por ser alta la polución. Linda idea, pero ¿qué pasa con buena parte de esa población que no puede cambiar de vehículo porque no le llegan sus ingresos para esas nuevas adquisiciones híbridas o eléctricas?
 Impone el gobierno pero no ayuda y da igual que se denominen socialistas: los menesterosos quedan a un lado apartados. No es justo que cuando compraron el automóvil nadie les advirtiera, oficialmente, que aunque funcionara quedaría inservible para ciertas zonas y en ciertas ocasiones. Ahora imponen restricciones para conservar mejor el medio ambiente, lo celebramos, pero si obligan, que ayuden a quienes tienen vehículos inadecuados para cambiarlos pues los compradores no son culpables de las mutaciones legislables. Tendrían que poder cambiar el carro por otro similar, que no contamine y, ahí, ¿dónde están las ayudas estatales? En los bolsillos de mil y un asesores que nada saben y mandan con una necedad tal que grita contra ellos El libro de la sabiduría. Cientos de administraciones inútiles gastan como cañerías rotas el fluido de nuestros impuestos, que crecen de modo incesante, sin resolver los problemas de nuestras gentes. Es bonito abandonar la contaminación en nuestras ciudades, pero si se prohíbe el movimiento de ciertos coches, dense subvenciones para cambiarlos por los que se requieren, pues no es justo que siempre sufran los más pobres.
 Como bien señala Andoni Alonso en El desencanto del progreso: «Las telecomunicaciones, lo digital, han contagiado la actitud de vivir en lo provisional, en los errores corregidos constantemente, en la serie interminable de versiones mejoradas (...) y esta mentalidad se extiende cada vez más al conjunto de la sociedad».
 El coche digital no llegó, la rueda ahí permanecía, pero él se sonrió al día siguiente, mientras los niños jugaban con sus «reyes», esperando el cibermilagro.