Los precios de los materiales se mantienen dos años después del inicio de su incremento en precios «altísimos». Así lo comentó a La Tribuna el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC), Manuel Carmona, quien explicó que «se han estabilizado en los últimos meses», pero esto no significa que «el escenario haya recuperado la normalidad».
La situación actual es que, tras la rápida subida del 2021 y de 2022, «la curva se ha estabilizado» en ese alto coste. Por ejemplo, comparando enero de 2021 con el último dato, de noviembre de 2022, hay incrementos del 45% en los materiales siderúrgicos, del 42% en el aluminio, de otro 22% en el cobre y de un 53% en los materiales bituminosos mientras que la energía es ahora un 102% más cara, según un análisis realizado por la Asociación Nacional de Constructoras Independientes.
Este año se une la subida del salario y que será del 3%. «Estos costes laborales son asumidos por las empresas que, como en el resto de sectores productivos, adaptarán dichos costes al precio de sus servicios», señaló Carmona, quien comentó que un aspecto que debería adaptarse a este coste son los pliegos de las obras públicas de la administración, «para tener en cuenta estos incrementos». «En la medida en que los pliegos que están por salir actualicen sus precios a la realidad del mercado y en que las administraciones revisen los precios de aquellas obras en ejecución para que las empresas no ejecuten obras a pérdidas, los concursos aumentar el número de licitadores y se evitarán las licitaciones desiertas». En 2022 fue muy amplio el número de contratos desiertos, así como por licitaciones sin apenas empresas que se hayan presentado.
Una clave de este año es «el contexto de incertidumbre económica y la subida de tipo de interés» y que afectan de forma «más agresiva» al sector residencial y a la compra de vivienda. En opinión de Carmona, en la actualidad, «existe una oferta adecuada y los precios se mantienen estables» y señaló que hay un mercado que varía mucho en función de provincias, áreas metropolitanas y productos. «Es muy difícil hacer una valoración global, si bien la subida de tipos no ayuda al mercado residencial», dijo.