El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, confesó que duerme bien por las noches al tener «la conciencia tranquila» y que un sueño que aún tiene pendiente, tras más de cuatro años al frente de la política sanitaria, es «redirigir nuestro sistema sanitario para que la gente no enferme». Así concluyó el desayuno informativo organizado por ‘encastillalamancha’, donde Fernández Sanz insistió en la necesidad de darle una vuelta a la sanidad pública regional para hacerla más eficiente. Ello pasa, explicó, por redistribuir mejor la plantilla de profesionales pues, según dijo, el problema no está en una falta de médicos, sino en «una mala redistribución». Esta situación afecta de lleno, añadió, a los pediatras. Al respecto, el titular de Sanidad defendió que «habrá pediatras donde tenga que haber y no donde no tenga que haber», porque, aseguró, «no se puede tener a pediatras viendo a niños sanos». 

Así, mostró sus discrepancias con las tesis que hablan de «falta de médicos», asegurando que lo que hay es una «mala distribución» de los profesionales. De ahí que haya abogado por acometer una «redistribución de las especialidades».

«Se pusieron pediatras en todos los centros de salud, pero no se preocuparon de formarles. Ahora, como no hay, se da esta prestación dentro de los médicos de Familia», dijo.

«No podemos tener pediatras viendo niños sanos, y lo hacemos. Se nos quejan las madres, los padres, los alcaldes, los colegios de médicos. ¿Quién no se queja de que no hay pediatras?. Habrá pediatras donde tenga que haber y no donde no tenga que haber, porque el niño estará atendido de todas las maneras», insistió.

Y es que el titular regional de Sanidad incidió en que «faltan pediatras para hacer lo que hacen y hay que dedicarlos a lo que creemos que tienen que hacer».

Todos los médicos con menos de 1.500 tarjetas. Otro de los objetivos que se ha marcado Fernández Sanz en la presente legislatura pasa por reducir la carga de los médicos de Atención Primaria. Actualmente, informó, la media de tarjetas sanitarias se sitúa en 1.343 y «solo el 3%» de los profesionales tiene más de 2.000. Pues bien, la meta es conseguir que antes de que acabe el mandato, todos los médicos de Atención Primaria cuenten con menos de 1.500 tarjetas sanitarias.

Durante toda su intervención, el consejero insistió en que el futuro de Castilla-La Mancha en esta materia pasa por «una redistribución» de todos sus parámetros, con especial incidencia en atender la cronicidad y la prevención de la salud.