Antonio Pérez Montero, (Moral de Calatrava, 1961) es de esas personas amables, modestas y generosas con las que gusta mantener una conservación para sumergirse en el mundo de los libros y de la gente humilde de los pueblos de esta tierra. La recaudación que consiga con el ejemplar la donará para la investigación del cáncer infantil. El libro se puede adquirir contactando a través del correo: antonio_perez@dipucr.es 

Ha publicado un nuevo libro, Hijos de Zuqueca, ¿qué le llevó a escribirlo?
Cuando empezó la pandemia me contagié, estuve en el hospital bastante mal y cuando salí vi una noticia del presidente de la Diputación, donde yo trabajo, pidiendo ayuda para el cáncer. De las cosas que intento hacer medio regular es escribir y mi mujer me sugirió que dedicara lo que estaba escribiendo al cáncer, por lo que le di forma de libro. Lo que se saque con la venta será para donarlo para los niños con cáncer, dado que desde hace años tengo el compromiso de trabajar por la infancia y todo lo que publico lo dedico a los niños, el primero fue para Adisba, una asociación de discapacitados de Moral; el segundo para las aldeas infantiles de Cuenca y este será para los niños con cáncer.  

Antonio Pérez Montero. - Foto: Rueda Villaverde

¿La publicación se ha hecho en este caso por parte de la Diputación?
Sí, ha sido a través de la Diputación, por la imprenta propia que tiene, y quiero expresar mi agradecimiento por ello tanto al vicepresidente segundo como al presidente, que han hecho posible que se publique. 

¿Sobre qué versa el libro?
Versa de una historia que me contó mi madre acerca de unos tatarabuelos y como base de esa historia quise reflejar la idiosincrasia de toda la gente que vivimos en el Campo de Calatrava, las costumbres, la forma de ser...  He de decir que yo no soy un profesional de la escritura, pero quería reflejar la sociedad del siglo XIX en nuestra tierra y en el libro hay, por ejemplo, una historia bonita de amor de dos personas mayores y la forma de vivir que tenían entonces. 

Es su tercera novela publicada, pero su cuarto libro, ¿no?
Sí, he escrito tres novelas y un libro de poema en el cual me ayudó mi primo y le hicimos un homenaje a mi abuelo. Para esta novela él también ha hecho la portada y contraportada, con un dibujo simbólico en el que se refleja el Pensador de Rodin, la iglesia de Santa Ana de Granátula, los poderes fácticos del siglo XIX, (la Guardia Civil y el clero) y el pueblo sumiso, agachado haciendo el trabajo.  

¿De dónde le viene la vena de escritor?
Escribir es algo que me gusta y Galdós, por ejemplo, me inspira mucho porque casi toda su literatura ha sido del siglo XIX y leyéndolo uno se da cuenta de todo lo que le queda por aprender todavía. Leer y escribir ha sido el hobby que siempre he tenido. 

¿A qué temática dedica el resto de novelas?
Las dos primeras eran novelas sociales. En una de ellas reflejo las vivencias de los emigrantes porque yo he sido emigrante y la familia por parte de mi madre está casi toda en el extranjero. Quería mostrar las vivencias, lo que se siente, reflejar el pueblo llano, la gente que no es importante, aunque para mí es la más importante. En cuanto al libro de poemas es un poquito de todo, incluido una parte de un estudio de flamenco que hice. 

¿La 'gente que no importa' de la que habla vendría a ser como Los Nadies, de Galeano?
Sí, que se les ningunea pero en realidad son los más importantes. Creo que si le robas a la vida momentos de felicidad esos son con gente sencilla, los que conviven con uno y comparte alegrías y tristezas...  

¿Qué le gustaría transmitir al lector con Hijos de Zuqueca?
Si soy capaz de arrancar emociones estoy satisfecho. Me gustaría que cuando lo lea no se quede indiferente.