El año pasado, la edad media en la que las mujeres se quedaban embarazadas de su primer hijo subió un poco más y se quedó a las puertas de los 31 años en Ciudad Real. El dato muestra cómo la maternidad se retrasa y, en muchos casos, lleva a tener que solicitar ayuda, con alguna técnica de reproducción asistida. De hecho, los últimos datos del INE, los más completos y que aparecen en su encuesta de fecundidad de 2018, indican que 25.000 mujeres, 20.000 mayores de 40 años se sometieron a estas técnicas en Castilla-La Mancha. Ese año hubo 15.845 nacimientos en la región.

En esa decisión de recurrir a ayudas para la natalidad, junto a la edad, hay herramientas claves que pueden ayudar a evitar que quien quiera ser madre no lo logre por tener una mala reserva ovárica. Ahí entra en juego una técnica que, «cada vez, se plantean más mujeres», como señala la ginecóloga del hospital Quirónsalud en Ciudad Real Dolores López y es la congelación de óvulos. Se trata de una técnica que está pensada para mujeres menores de 35 años que quieran ser madres y que deciden retrasar su embarazo.

Lorena es una de esas mujeres de Ciudad Real que está en esta situación. Tiene 34 años y junto a un grupo de amigas han iniciado el proceso para congelar sus óvulos. «Quiero ser madre y me da un poco de miedo llegar a los 35, cuando la reserva ovárica cae bastante», más cuando trabaja en la sanidad y ha visto muchas situaciones. «Unas veces por el tema profesional» y en otras por la pareja ha ido retrasando la edad, lo que finalmente le lleva a congelar por «tranquilidad». Su intención es, en el futuro, cuando quiera intentarlo tenga pareja, si tiene dificultades, o no, con semen de donante, optar por quedarse embarazada con sus óvulos. «Si en dos o tres años quiero quedarme embarazada, tendré los óvulos de una persona de 34 años, no de alguien de 37».

Congelar óvulos para mejorar la natalidad - Foto: Rueda Villaverde

En su caso, ella y sus amigas han ido a una clínica en Madrid, donde el coste total es de unos 3.000 euros, incluyendo el tratamiento hormonal para la obtención de los óvulos, a los que se suman 290 euros para la conservación a partir del segundo año. Para ella, el gasto ahora es una inversión, porque la gente piensa en que quiere ser madre y lo va retrasando por temas profesionales o personales. «Se debería hablar mucho más» de estos recursos, que recuerda, también existen en la sanidad pública, más baratos, pero con una lista de espera que ella no podía afrontar por edad.

Romper un tabú. Dolores López señala la importancia de romper ese tabú y que se abra esta opción a mujeres jóvenes, quienes tienen endometriosis o que vayan a someterse a tratamientos que pueden afectar a su reproducción. El objetivo es que ellas decidan si acudir a la congelación para ser madres en un futuro. «Uno de los motivos por los que baja la natalidad, junto a las circunstancias económicas, es porque la mujer retrasa cada vez más su edad reproductiva», lo que implica que hay quien tiene suerte y puede quedarse, pero también que haya mujeres que luego tienen problemas, deben acudir a la reproducción asistida, bien por el sistema público o por lo privado. López, que trabaja en el hospital Quirón de Ciudad Real, recordó que poco a poco se habla más del tema y «hay mayor conciencia» en congelarlos, por ejemplo, con «pacientes que opositan o que tienen una ruptura sentimental» y deciden acudir a la congelación, aunque después se hayan quedado embarazadas por su cuenta. «Todavía cuesta y más en Ciudad Real», indicó la doctora López, pero cree que el inicio debe ser hablar de esta opción porque «hay mujeres que han ido ciento de veces a la consulta del ginecólogo y nadie les ha dicho que congele sus óvulos porque se le están acabando».

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El proceso para congelar los óvulos arranca siempre con «una revisión ginecológica completa» y un estudio de reserva ovárica, con el objetivo de saber el tipo de tratamiento y dosis que se le va a poner. También se hace un estudio serológico completo, por si hubiera alguna enfermedad desconocida. Se le pone el tratamiento y en el quirófano se extraen los óvulos, que se pasan a laboratorio, de tal modo que los maduros, se congelen «todo el tiempo que quieran». «Es una inversión porque, luego, ya es tarde», señaló, Irene Fernández, encargada de la unidad de reproducción en Quirónsalud. «Si hay un problema de natalidad en España se debe invertir en que la gente tenga hijos» y «para la cantidad de gente que retrasa la maternidad, hay muy poca que sabe que la solución es congelar los óvulos», indicó la doctora López.