Unos 200.000 euros para eliminar la vegetación de carreteras

Ana Pobes
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Las labores se llevarán a cabo en las zonas de Almadén, Los Cortijos, Villamayor, Bolaños de Calatrava, Manzanares y Torrenueva con el fin ofrecer mayor visibilidad de la señalización

Unos 200.000 euros para eliminar la vegetación de carreteras - Foto: Tomás Fernández de Moya

La Diputación de Ciudad Real, a través del departamento de Vías y Obras e Infraestructuras que dirige Manuel Martínez, invertirá más de 200.000 euros en la campaña de desbroce, poda, corta, roza y resalveo de vegetación en los márgenes de las carreteras de titularidad provincial. Al tratarse de un gasto de carácter plurianual, la cantidad de 8.000 euros se imputará al ejercicio 2022 y la cantidad de 218.287,23 euros se imputará al ejercicio presupuestario 2023. El valor estimado del contrato, en el caso de que hubiera prórrogas del mismo, sería de de 561.042 euros.

Cada primavera surge de manera espontánea la vegetación herbácea que invade las bermas y las cunetas. La mayoría de estas plantas tienen un ciclo anual y se secan a principios de verano, sin embargo, hay algunas especies que alcanzan su máximo vigor en la época estival, como por ejemplo las conizas. Toda esta masa herbácea genera un gran problema en las carreteras, dificultando la visibilidad de las señales, interfiriendo en el drenaje, sirviendo de ocultación para la fauna que cruza las carreteras y constituyendo un gran volumen de material fácilmente combustible en caso de incendio.

Las labores se realizarán en la zona de conservación de Almadén, Villamayor de Calatrava, Los Cortijos, Bolaños de Calatrava, Manzanares y Torrenueva. Con estas actuaciones, la Institución provincial, presidida por el socialista José Manuel Caballero, busca aumentar la seguridad vial, ya que al retirar la vegetación se proporciona una mayor visibilidad de la señalización vertical y se elimina el riesgo de caída de ramas y arbolado sobre la calzada que pueden ocasionar accidentes de tráfico. Pero también se evita el atropello de animales, ya que al contar con franjas despejadas de vegetación junto a la calzada, aumenta el campo de visión de los conductores ante la presencia de los animales que se dispongan a cruzar la carretera y permite un mayor tiempo de reacción ante estos imprevistos, tanto a los animales como a los conductores.

Mejorar  el drenaje superficial de la carretera es otro de los fines que se persiguen. Y es que, al despejar la vegetación, se facilita el drenaje longitudinal de las franjas adyacentes a la plataforma y se evitarán taponamientos, unos debidos a las plantas que se desarrollan en la propia sección de la cuneta y otros a causa de los restos vegetales que se depositan en las cunetas pudiendo llegar a producirse desbordamientos y a invadir la calzada. Por último, otro objetivo fundamental desde el punto de vista medioambiental consiste en la prevención de incendios, pues  el tráfico que soportan las carreteras constituye un posible foco de incendios, por lo que al encontrarse los márgenes limpios se reduce en primer lugar el riesgo de propagación de incendio a la vez que se aumenta el ancho de una franja a modo de cortafuegos.

personal. Para llevar a cabo los trabajos será necesario un equipo formado por un capataz o responsable, que estará en permanente coordinación con la dirección facultativa, el capataz de la brigada o vigilante de la zona de actuación, así como con los agentes medioambientales; dos peones ordinarios para señalizar y canalizar el tráfico en los tramos afectados; un oficial podador; tres peones especialistas podadores; un camión grúa provista de cesta homologada; una máquina biotriturada autopropulsada o remolcada con motor independiente; un camión para el transporte de parte del equipo y la retirada de los troncos que no se puedan triturar; un conjunto de herramientas no mecanizadas; señales móviles; y todos los medios necesarios para el cumplimiento de la normativa en materia de prevención de incendios.