El Vestas Alarcos se juega a una carta este sábado su primer objetivo de la temporada, clasificarse para la fase de ascenso. Para ello, el conjunto que entrena Jesús Herrero debe imponerse en la pista del Sarrià gerundense, colista de la tabla con sólo 5 puntos, pero que sabe que ganando a los manchegos les abocaría a luchar por la salvación, por lo que arrastraría esos puntos a la fase por la permanencia.

El Vestas Alarcos llega al decisivo choque del sábado (19 horas) tras haber encadenado tres derrotas, dos a domicilio antes conjuntos de la zona baja como Sant Quirze y Espluges y la del pasado sábado en el Quijote Arena con el Ibiza en un choque donde llegó a ir ganando por cuatro goles en el tramo final tras remontar.

Por ello, desde la plantilla se ha trabajado mucho el aspecto psicológico, haciendo borrón y cuenta nueva para que esta mala dinámica no influya en el encuentro frente al Sarrià.

Así lo admitía el capitán del equipo, Jota Serrano, que recordó que "empezamos muy bien la temporada y ahora estamos en una mala racha, pero esto es el deporte. En lo anímico afecta, aunque lo mejor es pensar que los resultados anteriores pasados están y que nos queda otra oportunidad para conseguir ese primer gran objetivo de la temporada y que dependemos de nosotros mismos".

Para el pivote ciudadrealeño, la clave en el vestuario es "apoyarnos los unos a los otros. No podemos estar con individualidades, hay que remar todos juntos. Lo tenemos claro, sabemos que hay que ir a ganar y saldremos a la pista con el cuchillo entre los dientes".

En este sentido, no cree que la presión vaya a afectar al equipo porque "somos deportistas y yo, por ejemplo, me meto presión en cada entrenamiento y en cada partido para mejorar".

En Sarrià les espera un ambiente caldeado, algo que gusta a Jota: "Es mucho mejor eso que no un pabellón vacío. A mí, personalmente, me motiva". Y entre esos aficionados estarán los integrantes de la Peña La Batalla, que harán más de 1.400 kilómetros para estar con el equipo en un choque tan decisivo: "Quiero tener una mención especial hacia ellos y, en general hacia toda la afición. Después de estas derrotas son muchos los que se han puesto en contacto conmigo para transmitir sus ánimos a la plantilla. Hay que valorar lo que hace nuestra afición porque no hay palabras para calificarlo".