La sexta ola cancela «el gran diciembre» de la hostelería

Hilario L. Muñoz
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La asociación señala que el negocio previsto se ha reducido un 25 por ciento por las anulaciones y recuerda el compromiso con la seguridad frente a posibles restricciones

Emilio Cardeñosa, de Casa Lalo. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El incremento de casos del coronavirus empieza a tener su efecto en la hostelería de la provincia de Ciudad Real, sobre todo en la de grandes encuentros, cancelando las esperanzas puestas por los hosteleros. Si a primeros de mes se hablaba de «un gran diciembre», una época con el completo puesto en muchos establecimientos, ahora la hostelería ve cómo «la Navidad no va a ser tan luminosa como esperaban», en palabras del presidente de la asociación de Hostelería, José Crespo. La clave para evitar la debacle es que no haya cambios en la normativa regional y que los negocios se mantengan abiertos, para evitar que la pérdida de «un 25 por ciento de negocio», no se traduzca en peores datos. La clave para mantener el negocio se encuentra en que son días «de grupos muy íntimos», por lo que las reservas se mantendrán , salvo por que haya alguien confinado por haber sido contacto estrecho. También señaló que es necesario que se cumplan «todas las medidas de seguridad» dentro del establecimiento.

Crespo explicó que la hostelería tiene «confianza» en que Castilla-La Mancha cumpla su palabra y no haga cambios en el sector. Más si se tiene en cuenta que la sexta ola, aún no se ha alzado como en otras comunidades. Con todo, la hostelería vive con «tensión» las horas previas a la Conferencia de Presidentes de este miércoles. «La Navidad no va a ser lo que se esperaba, pero sí mantenemos un ritmo fluido», dijo Crespo.  En este sentido recordó que el cierre de discotecas, en su momento, solo supuso un incremento de los botellones con «problemas de violencia» y con una ausencia de normas que no se ve en la hostelería. Igualmente, expuso que las barras deben seguir abiertas, porque ahora las terrazas no funcionan por el clima.

Cualquier cambio en el sector implicaría «problemas sociolaborales y económicos» para las familias que viven de la hostelería. De hecho advirtió que «muchas» empresas se han quedado en el camino y otras se han «endeudado de más».

Diego Morales, de Señor Pérez.Diego Morales, de Señor Pérez. - Foto: Tomás Fernández de MoyaLocales.

La visión de Crespo se nota en la hostelería de la capital, donde Diego Morales, de Señor Pérez, se muestra confiado «en que todo siga igual y no haya cambios». Se trata de «trabajar todo lo que se pueda con mucha responsabilidad», porque del buen uso de las distancias, las mascarillas o el gel hidroalcohólico se encuentra «la economía de las pequeñas empresas de Ciudad Real». Morales afirmó que llevan «20 días del mes de diciembre buenísimos», con «muy pocas anulaciones», gracias a los grupos reducidos con los que trabaja. Mientras, Eulalio Cardeñosa, de Casa Lalo, vive con temor las horas previas a la Conferencia de Presidentes, pendiente de seguir abierto para pagar el ICO que solicitó para regentar el bar de plaza de Cervantes. «No entiendo por qué pueden estar fuera y en la barra no», dijo, antes de apuntar que la clave es la mascarilla y la vacunación. «Tengo miedo por mi salud y la de los míos, si dicen que hay que cerrar, cerraremos», señaló Ángel Calvo, de Casa Ángel, quien recordó que «las ventas no son lo más importante», por lo que vive con incertidumbre.

Ángel Calvo, propietario del Bar Ángel.
Ángel Calvo, propietario del Bar Ángel. - Foto: Tomás Fernández de Moya