Un buen y largo chapuzón, un ratito a la sombra y con una botella de agua fresca y o un refresco a mano. Muchos ciudadrealeños acudían durante el fin de semana y ayer lunes a las piscinas privadas y municipales de la ciudad como la mejor opción para combatir esta virulenta ola de calor cuando aún la primavera se aferra al calendario. Niños y mayores, parejas y familias, grupos de magos o en solitario, sobrellevaban ayer una jornada más en la que los termómetros sobrepasaban los 40 grados en la capital, en una situación de calor extremo que, según la Agencia Estatal de Meteorología, se extenderá hasta el sábado, con el aviso de alerta naranja en vigor hasta mañana miércoles.  

Echando cuentas, posiblemente pasar la tarde, por ejemplo, en la piscina del Polideportivo Juan Carlos I (por menos de cuatro euros la entrada), es el mejor plan y el más económico para resistir a esta adelantada canícula. «Que hayan abierto las piscinas con esta ola de calor ha venido muy bien. Si no ahora estaríamos en casa, con el aire acondicionado o delante del ventilador, pero la sensación no es la misma, además del gasto energético que supone», razona Lorenzo, de 28 años, encantado con su refrescante ritual de «te das un chapuzón, sales, te tomas algo y te vuelves a meter en el agua, y así echas la tarde».

Fortunato y Pablo son dos jubilados que también combatían este calor en el 'Poli', el primero con resignación y agradecido -«refrescarnos en la piscina es de las pocas alegrías que tenemos ya»-, y el segundo sorprendido, recordando que «este calor en esta fecha no es normal; luego dicen que el cambio climático es un cachondeo».

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Ellos y muchos clientes más dejaban sin agua fresca el Rincón de Santa María, el bar de la piscina, donde Lucía confirmaba lo evidente: «La gente estaba con muchas ganas de baño, y más con este calor». Una sensación que comparte Sonia Calle, socorrista en esta piscina desde hace 14 años, tras «un fin de semana con mucha gente y muy 'entretenido'». Y es que, contra este calor, lo mejor es un buen chapuzón.