Soler trae su primera poesía 42 años después

Diego Farto
-

El autor valenciano presenta mañana en el Museo Elisa Cendrero una reedición especial de su primer poemario, 'Los sitios interiores', en compañía de Antonia Cortés y Francisco Caro

El escritor valenciano Rafael Soler, en una imagen captada en Madrid. - Foto: LT

El escritor valenciano Rafael Soler ha tenido una cierta presencia a lo largo de los años en Ciudad Real, donde ha colaborado con numerosos autores y ha presentado algunas de sus obras. Mañana acude de nuevo pero para presentar en el Museo Elisa Cendrero, a partir de las 18.30 horas, una reedición de su poemario Los sitios interiores, cuya primera aparición en las librerías data de 1980, entonces en la colección Adonais y en 2022 con Cuadernos de la Errantía. Soler acude a Ciudad Real de la mano de dos poetas de la tierra aunque residentes en Madrid, Antonia Cortés y Francisco Caro.

Soler, cuya último poemario es Las razones del hombre delgado, de 2021, un año en el que también salió de la imprenta Vivir es un asunto personal, en el que recoge su lírica completa, se muestra feliz con esta reedición de Los sitios interiores. «Mi primera sensación es de sentirme muy afortunado por haber encontrado un editor que ha apostado por un libro que efectivamente fue mi primera obra publicada en poesía», subraya el escritor.

El poeta destaca igualmente, que al revisar la obra tiene la sensación de «después de tantos años, reconocerme en lo que escribí entonces». En cualquier caso, admite que sus expectativas son ahora diferentes. «El poeta de los 80 creía que se iba a comer el mundo y el poeta que habla ahora se ha dado cuenta que aquella era una tarea imposible y que bastante es con sobrevivir siendo honesto y acompañando a los tuyos sin daño», reflexiona sobre los cambios que ha experimentado en estos 42 años.

A pesar de ello, Rafael Soler confiesa que le siguen interesando los mismos temas. «Cada poeta tiene su mundo, tiene su mirada, tiene sus obsesiones y algunos, muy pocos, tienen también su voz», explica.

El autor valenciano se considera «un poeta de la vida», de ahí el título elegido para la publicación de su poesía completa, de modo que proclama: «Todos los asuntos que la vida trae y lleva en el día a día son los que me han interesado; el amor, la cercanía de los tuyos, el fracaso, ese trámite no deseado pero inevitable de la muerte y la celebración de lo pequeño que siempre es lo grande», se reafirma.

La poesía. Soler traza una paradoja en su valoración sobre el sentido de la poesía de la que afirma que «no es necesaria porque es absolutamente imprescindible».

En cuanto a los detalles de esta reedición de Los sitios interiores, su autor revela que el sello que la ha vuelto a publicar es «una apuesta nueva con una colección de corto recorrido, pero que está funcionando muy bien». Detalla que Cuadernos de la Errantía está recuperando textos de hace años, «lo que ellos llaman poetas errantes, entiéndase por tales poetas de la periferia», precisa. Al mismo tiempo, la editorial solo publica en esta colección una vez al año, «lo cual les permite prestarles más atención y con una provocación, que es una portada en la que no encontrarás ni el título del libro ni el nombre del autor, errantía pura», relata.

Soler celebra su nueva visita a a la capital. «Voy con muchísima ilusión a Ciudad Real, allí he presentado algunas de mis obras, siempre me he sentido muy bien acogido y para mí es un privilegio que dos grandes poetas y dos grandes y generosos amigos como son Antonia Cortés y Francisco Caro me acompañen», explica.

De ambos recuerda también sus éxitos, como el reciente paso del piedrabuenero por la Cátedra Mayor del Ateneo de Madrid; y el último libro publicado por la ciudadrealeña, Desde mi ventana, en el que recoge numerosos artículos de opinión publicados en las páginas de este diario. «Estar con ellos para mí es un privilegio», anuncia el escritor valenciano.

Soler también es autor de novelas, de modo que cuando se le pregunta por sus próximos proyectos recuerda que tanto puede ser que lo próximo suyo aparezca en uno u otro género literario. «Estoy trabajando en dos manuscritos, cada uno tiene su tiempo, no sé cuándo saldrán, si salen algún día porque a mí las novelas me llevan tiempo», admite.

Pero tampoco renuncia a la poesía, puesto que cada día se sitúa ante la hoja en blanco con la ilusión de encontrar esos versos memorables, «uno de esos poemas que justifiquen tu vida de poeta y en eso sigo escribiendo», se reafirma.