El viaje de un joven en el tren AVE que hacia el trayecto Barcelona-Sevilla no acabó en la ciudad hispalense, adonde iba, sino en los calabozos de la Comisaría Provincial de Ciudad Real. El supervisor del tren llamó a la Policía Nacional anoche tras negarse el joven a dejar de fumar en el vagón y a ponerse la mascarilla. Cuando el AVE llegó a la estación de Ciudad Real subieron varios agentes, se dirigieron al compartimiento donde iba el joven y le pidieron que se identificara. Fue entonces cuando se montó una tángana. El sujeto se negó a facilitar su datos personales, nombre, apellidos y demás, pero la cosa no quedó ahí. Ofreció resistencia, se opuso a apearse del tren y empezó un forcejeo con los policías, causando heridas a uno de ellos.
Según ha informado la Policía a este diario, una vez que los agentes consiguieron sacarlo del tren, lo llevaron detenido a la Comisaría Provincial de Ciudad Real donde ha pasado la noche. A las doce de la mañana ha sido puesto a disposición judicial, quedando en libertad acusado de un delito de resistencia, desobediencia y atentado a agentes de la autoridad.
El joven, que va a ser juzgado en Ciudad Real, continuó viaje a Sevilla por otros medios.