José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Ramón Barreda, verso suelto

26/01/2022

Hay un lejano artículo no olvidado, de Alfonso González Calero, periodista amigo, en agraz de sus diecinueve años (Lanza, 23 de agosto de 1970, La Cueva: teatro y ventura por Castilla), a propósito de la gira estival del Grupo de Teatro Independiente La Cueva, que comandaba el tristemente desaparecido Ramón Barreda, que leído hoy –52 años más tarde– da cuenta detallada de la musculatura del personaje y de sus hechuras diversas y no exentas de perfiles entre ingenuos y aventureros. 

 

Todas las vicisitudes –sin desdeñar al grupo que le sigue en las representaciones teatrales por la aspereza del estío castellano, junto al aparataje de mulas y carros y de una impedimenta elemental de bambalinas, telas pardas y cartones pintados como telones de fondo– del reportaje, a doble página de un domingo agosteño, podrían componer una foto fija de Ramón. En una aventura teatral –como después vinieron otras aventuras: las cinematográficas truncadas y la más reciente de sus leídas y comentadas Las coplillas de Ramón', publicadas intermitentemente en este diario durante varios años– que había dado comienzo en un año tan singular como fuera 1969. Año crucial en el que había comenzado la Campaña Nacional de Teatro –de equívocas siglas: CNT–, que llevaría en 1970, en su tercera campaña a las tablas del teatro Cervantes, Luces de bohemia de Valle Inclán. El 3 de enero de 1969, en el mismo teatro Cervantes, había tenido lugar la puesta en escena de una dramatización de poemas de Lorca, Neruda y Machado. Todo ello lo contaba otro periodista joven, en Lanza, como fuera Eduardo San Martín, que titulaba: "Ramon Barreda inspirador y realizador, nos habla del montaje". 

 

Se ha hecho hincapié en estos días, en diversos obituarios sobre Ramón Barreda, más en su condición temporal de Concejal de Festejos en el Ayuntamiento de Ciudad Real, en las listas del Partido Popular, que en otras facetas. Circunstancias a las que llegó por mediación de Rafael Romero –otro verso suelto– y en las que aguanto un mandato corporativo. Lo demás es más reciente y por ello conocido, Salvo la encomienda que le efectuamos Kirico y yo mismo, en 2019 tras la presentación de los Ensayos manchegos de Pavón, para dar salida impresa y agrupada a las referidas Coplillas de Ramón, por más que tuvieran un carácter volandero. Tan volandero como la materia en que se habían escrito: billetes sueltos, servilletas de Los Faroles y desde la memoria colmada del coplero. Todo lo cual hacía difícil la recopilación y antología. Pero pese a todo, te seguiremos recordando.