Solo en Castilla-La Mancha y con cifras referidas al mes de mayo, los expedientes de regulación de empleo que suponían una reducción de jornada o suspensión de contratos habían aumentado en un 13.400 por ciento en comparación con los cinco primeros meses del 2019. La crisis del coronavirus que ha pegado de lleno a la economía y al mercado laboral explica la apuesta por este tipo de medida que el Gobierno de Pedro Sánchez ha usado como salvavidas para frenar el aumento masivo del desempleo y tratar de asegurar las rentas de los trabajadores.

En Ciudad Real, las cifras que maneja el Ministerio hablan de un pico de casi 22.500 ciudadrealeños a los que el Gobierno pagó parte de su nómina al pasar a estar en situación de ERTE forzoso a causa de la pandemia. Esta opción laboral, que hasta el coronavirus había sido una anécdota en la realidad laboral de la provincia se convirtió en una vía de escape que facilitaba la suspensión de la relación laboral de los empleados o reducir sus jornadas de trabajo de forma temporal.

Según el Informe Infoempleo Adecco, en España, el 61,3% de las empresas encuestadas se habían acogido a algún ERTE antes de junio de 2020. Una cifra que varía en función del sector, con la construcción (75%), la industria (74,1%) y los servicios (61%) entre las principales beneficiarias de la medida que este fin de semana, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguraba que había permitido salvar a más de 550.000 empresas y a 3,4 millones de trabajadores, a costa de incrementar el dinero que el Estado dedica a pagar prestaciones.

En concreto, según las cuentas facilitadas por el departamento de Díaz, la factura de los ERTE en Ciudad Real supera ya los 50 millones de euros, repartidos en los 17,1 millones que el Estado aportó para abonar nóminas en abril, los 23,4 de mayo y los 14 millones que salieron de la hucha de Trabajo en junio.

El tipo de ERTE más común ha sido el de suspensión total, solicitado para una parte (43,2%) o el total de la plantilla (29,2%). Además, en el 77% de las empresas que han solicitado algún ERTE, el personal afectado ha alcanzado el 100%.

El presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir), Carlos Marín, consideraba durante el transcurso de la crisis como “fundamental” la prórroga de los ERTE que, a su juicio, debían llegar hasta diciembre. El motivo, la existencia de sectores “que lo necesitan” y argumentaba que «todos tenemos la certeza y el conocimiento de que los ERTE sirven para salvar puestos de trabajo”, aunque el incremento del desempleo también se ha hecho notar en la provincia. Aunque mayo y junio restaron parados, Ciudad Real tiene 3.800 parados más que a inicios del año. Y eso supone también que el gasto para pagar ese inesperado incremento del desempleo ha subido como nunca lo había hecho en la provincia. De los 18,8 millones de euros que dedicó el Servicio Público de Empleo Estatal a pagar prestaciones y subsidios por desempleo en la provincia en marzo se pasó a más de 42,7 millones en abril y a 46 millones en mayo. La anterior crisis de 2009 provocó meses en los que el gasto de prestaciones creció hasta los 33 millones.