Larcama muestra su preocupación por el incremento de jóvenes que tienen problemas de juego y considera que el uso del móvil está destrás de este aumento. Se trata de una percepción de la asociación de Ludópatas Asociados en Rehabilitación de Castilla-La Mancha a la que el Ministerio de Consumo pone datos, ya que los jugadores online menores de 25 años han pasado de ser un 28% en 2016 a un 48% en 2021. Un motivo de preocupación que ha llevado al Gobierno a lanzar esta semana una campaña dirigida a los jóvenes y a Larcama a plantearse medidas de prevención entre los más jóvenes.

Larcama cuenta en estos momentos con 20 pacientes en tratamiento en la provincia de Ciudad Real y un centenar de familias en toda Castilla-La Mancha. Se trata de la punta del iceberg de un problema que subyace por debajo, ya que quienes se acercan a la entidad «son quienes tocan fondo» y que se adscriben a un decálogo, en el que se incluye mancomunar cuentas o hacer un seguimiento completo de los gastos para que nada se dedique al juego físico o virtual. De esa veintena de personas en la provincia, hay dos que tienen menos de 25 años, y que llegaron endeudados por los microcréditos.

«El 99% son hombres, con edades comprendidas entre los 22 y los 55 años, y el 30% tiene menos de 30 años», explicó el secretario de Larcama, Julián Larrañeta, ampliando un poco la edad. «Lo que más nos preocupa son los jóvenes, que están acostumbrados a las Nuevas Tecnologías y hacen unos desfalcos impresionantes», indicó el presidente de Larcama, José Alberto Ortega. En este sentido, la asociacion atiende a la familia al completo, porque el juego patológico no solo afecta al jugador sino también a padres y hermanos. «En muchos casos, el enfermo arruina a toda la familia, sin que se entere», explicó.

Ante esta situación, la asociación tiene su intención de empezar este curso, a llevar su mensaje a los institutos, así como a los colegios, con charlas para estudiantes en los primeros y para padres en los segundos. La idea es advertir sobre el riesgo del teléfono móvil y su uso para las apuestas y los juegos de azar y a plantear otras situaciones como los menores que soliciten a jóvenes mayores de edad que apuesten por ellos.

El problema es que, «en vez de jugar en casa de apuestas, juegan online» y eso se nota en que ha descendido el número de locales sin que haya ocurrido lo mismo con la cuantía destinada al juego. «Con el teléfono pueden jugar cómo quieran, dónde quiera y sin que le vean», indicó Ortega. El secretario de Larcama apuntó, por su parte, a la ruleta como el principal problema al que se enfrenta la entidad. «Llegaron los jugadores por las apuestas deportivas y la ruleta es la estrella ahora», indicó. Lejos quedan los años en que la entidad atendía al póker, «hay muy poco» o las máquinas tragaperras. También, tras la pandemia, ha descendido otra de las preocupaciones de las asociaciones de ludópatas, los juegos de azar, como «rascas y demás», que fue un elemento de atención de la organización hace años.