Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Luis Enrique no llega a tiempo

09/12/2022

A Luis Enrique no le ha sonreído el calendario. Si el Mundial se hubiera celebrado el próximo verano -aun a riesgo de una cocción general de futbolistas al fuego lento catarí-, él seguiría en su puesto. Con los mismos resultados e idéntico fracaso. En la Federación no le habrían dejado escapar porque la ley habría impedido cualquier movimiento encaminado a su destitución. Le habría indultado el Gobierno y su nuevo Código Penal a la carta. Pero no ha llegado a tiempo y tendrá que cumplir el castigo reservado para los malversadores deportivos: el adiós y el olvido inmediato, ya sea por renuncia propia o vía cese.
El ya exseleccionador no es un malversador al uso. Sus detractores dirán que solo faltaba que fuera un ladrón. Que se sepa, no se ha apropiado de dinero público para destinarlo a un uso ajeno a su función. No es el caso. Y eso que al sueldo de más de un millón de euros al año no le ha sacado el brillo suficiente. Pero malversar conlleva defraudar y en esto Luis Enrique ha conseguido una nota muy alta. Aquellos de profesión visionario dirán que ya lo dijeron. Probablemente sean los mismos que ocultan ahora lo que comentaron o escribieron cuando le colocamos siete goles a una selección muy menor como es Costa Rica. Y aparcando eso a un lado, la conclusión sigue siendo la misma: Luis Enrique es un malversador futbolístico, por no entender partidos ante rivales muy inferiores como Japón y Marruecos.
Una vez eliminada España y despedido Luis Enrique, el Gobierno ha perdido uno de sus grandes parapetos que le permitía esconder sus leyes más polémicas. Le importa poco. Algo se inventarán y de aquí a final de año van a meter el turbo. En un auténtico esprint final, intentarán acelerar los trámites de sus leyes más polémicas. La derogación del delito de sedición está más que encauzada y ahora es el turno de la ley trans, la del aborto o la del maltrato y el bienestar animal. Con esta última te sale más caro pegar a tu mascota que a tu pareja. Con la primera pretendían que un niño de 14 años pudiera cambiarse de sexo sin la autorización de un juez. La reforma sobre salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo permite abortar a menores de 16 y 17 años sin el permiso paterno. Cuando quieran ir a la excursión de fin de curso, necesitarán la autorización. Si van a abortar, no será necesario. Son leyes con informes negativos, como la ley del solo sí es sí. Ahora que las prisas acechan, no les harán ningún caso. Luego dirán lo mismo que repitieron cuando empezaron a salir violadores a la calle: que nadie lo advirtió.     
El cambio de tipificación del delito de malversación les va suponer un gran desgaste electoral. Por muy rápido que lo intenten, quedan cinco meses para las municipales y autonómicas y un año para las generales. Confían en la capacidad de olvido de los españoles: piensan en un reseteo inmediato con el cambio de año, que el 2023 suponga un lavado total del disco duro para volver a empezar. ¿Acaso no ha sido grave lo de la derogación de la sedición y no ha pasado absolutamente nada? A una tropelía, le sigue otra mayor que la tapa. Esa es la estrategia perfectamente diseñada. Ahora quieren que las condenas más altas sean para los que se beneficien personalmente de la malversación y reservan las más bajas para quienes no lo hagan. Puigdemont, Junqueras e incluso Griñán se podrán beneficiar. Luis Enrique no ha llegado a tiempo.