Frenazo a la agricultura ecológica:pierde casi 6.000 hectáreas

Manuela Lillo
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Asaja atribuye este descenso, que no se registraba desde el año 2017, al incremento de los costes de producción, que son mayores aún en estos cultivos por los controles que requieren

Frenazo a la agricultura ecológica:pierde casi 6.000 hectáreas - Foto: L.T

La agricultura ecológica venía experimentando una tendencia al alza en los últimos años en la provincia, una apuesta que se manifestaba ejercicio tras ejercicio en el incremento de la superficie cultivable desde el año 2017, pero que se truncó en 2021 en la provincia de Ciudad Real, donde se ha registrado una disminución de casi 6.000 hectáreas en relación con el año anterior.

Así se pone de relieve en los datos que publicó el pasado mes de septiembre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ofreció cifras del ejercicio 2021, el último que se ha cerrado, y en el que se detalla que la provincia de Ciudad Real tenía 117.808 hectáreas de agricultura ecológicas, frente a las 123.617 de 2020, es decir, 5.809 hectáreas menos.

Ese 2020 fue en el que se registró el récord de superficie de agricultura ecológica certificada en la provincia, si bien ahora la cifra ha experimentado un descenso, lo que no ocurría desde el año 2017, cuando también descendió en relación con los buenos datos que se alcanzaron en 2016.

Para el gerente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, Agustín Miranda, esa disminución de la superficie del año pasado se prolongará a este porque ha habido agricultores que han dado un paso atrás debido a la vorágine de incremento de costes de la que viene alertando el sector en los últimos meses.

«Como en todos los negocios se miran los ingresos y los gastos y a veces los gastos por producir cultivos ecológicos es más alto que el precio que pagan en el mercado por ellos», dijo Miranda en referencia a la situación que se ha encontrado el campo de Ciudad Real donde algunos agricultores han decidido dejar de certificar sus tierras como ecológicas, esto es, libre del uso de productos químicos para combatir, por ejemplo, las plagas.

Si el incremento de los costes de producción trae de cabeza a los agricultores que no certifican como ecológico, más aún- dijo Miranda- a quienes tienen esta catalogación, ya que al encarecimiento del gasóleo o la luz para el regadío, suman otros como el derivado de los controles que deben hacer para garantizar que los cultivos que salen de esas tierras tienen la consideración de ecológicos.

Cuando esa balanza se rompe y los gastos superan a los ingresos se compromete la viabilidad de los agricultores, sobre todo teniendo en cuenta la limitación que tienen para repercutir los costes en el precio de los productos que pagan después los consumidores, asfixiados también por una inflación disparada. Además, hay que tener en cuenta la menor producción que se obtiene en la ecológica frente a los cultivos en superintensivo, por lo que en ocasiones los agricultores optan por reducir las hectáreas que se destinan a este tipo de cultivos.

Otra cuestión a considerar son las ayudas asociadas a estas explotaciones agrarias, que reciben una inyección de fondos europeos por un ciclo de cinco años, si bien en los dos últimos ejercicios, 2021 y 2022, se han prorrogado como consecuencia de la ampliación del plazo de la Política Agraria Común (PAC). «Son plazos de cinco años y en algún momento el agricultor se lo piensa», comentó Miranda en referencia a la reducción en casi 6.000 hectáreas de la superficie de agricultura ecológica en el último año.

Incertidumbre en los pagos.

Aunque son unas ayudas con cuyo desembolso cumplen las administraciones, el problema se da en los plazos. «No es tan preciso el pago como el de las ayudas del primer pilar de la PAC», comentó el representante de Asaja, que recordó que su organización agraria lleva «años» reivindicando un compromiso mayor para concretar las fechas de desembolso, lo que daría más certidumbre al sector.

En este sentido, comentó que si bien el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha venido manifestando su apoyo a la agricultura ecológica, «se han mantenido los mismos presupuestos que antes», repitiendo una partida que «teniendo los medios», no ha ido al alza, apostilló Miranda en relación cib la cuantía prevista para 2023, por lo que a pesar de que es un aspecto que se ha venido ensalzando desde la Junta, «se han potenciado otros de los que quizás se hablaba menos».

Desde Asaja Ciudad Real también se hace un llamamiento a los que, sin embargo, llevan tiempo esperando a optar al régimen de ayudas de la agricultura ecológica. En este sentido, recuerdan que en 2023 se abrirá una nueva convocatoria de ayudas con fondos europeos que tendrán un nuevo periodo de duración de cinco años.

El descenso de la superficie en la provincia ha ido en la línea del registrado en el conjunto de la región, que ha pasado de tener 422.864 hectáreas de cultivos ecológicos en 2020 a 412.515 en 2021, lo que supone un descenso de algo más de 10.000 hectáreas.

Sin embargo, en el conjunto del país la superficie de cultivos 'verdes' ha ido al alza al pasar de 2.437.891 hectáreas a 2.635.442 en los dos últimos ejercicios.