El calor aprieta y no todo el mundo  se ha ido de vacaciones, pero las piscinas públicas de la capital se convierten una opción refrescante, aunque hay que tener en cuenta que abrían hace unas semanas con un aforo establecido del 30%, con el que se buscaba garantizar las distancias de seguridad que requieren la nueva normalidad. Un aforo, que no ha llegado a superarse ningún día, en un verano atípico en el que lo que está predominando es «un goteo incesante de gente que viene y va», como explica el concejal de Deportes, Antonio Gallego. 

Las cifras que barajaba el edil confirman este «tranquilo» inicio de la campaña de baño en la capital «que nos permite garantizar la seguridad de las instalaciones», para las que no se plantean, por el momento, el incremento del aforo al 50% que ya permite la nueva normalidad. En la piscina del polideportivo Puerta de Santa María, por ejemplo, indicaba que el sábado 27 apenas si se llegó a los 50 bañistas. Nada que ver con los 250 que hubo en la misma fecha el año anterior. En la misma línea las instalaciones acuáticas del polideportivo Rey Juan Carlos I, para la que se ha planteado un aforo de 650 personas, siendo su capacidad al completo de  2.000 personas. «En este espacio tampoco ha habido que tomar medidas al respecto del aforo, no se han llegado a sobrepasar los 250 usuarios diarios», lo que permite al edil garantizar que por el momento la campaña de baño está siendo más tranquila de lo que se esperaba. Reconoce Gallego que esta disminución de usuarios responde en parte a la pandemia, pero también a que «ya se han abierto otras piscinas como la del Vicario y el parque acuático Playa Park». A esto además habría que sumar que en los últimos años se ha producido un incremento de piscinas comunitarias y particulares en la capital, que lleva años restando usuarios a estas instalaciones públicas, que se han convertido en un respiro para los que no cuentan con piscina ente singular verano. No son muchos, por el momento, pero Gallego no descarta que las cifras cambien en los próximos días, a medida que la gente «vaya tomando confianza».  «La gente está tanteándolo todo». 

Otro dato reseñable que han dejado los primeros días de la campaña de baño en la capital, es que baja el número de usuarios, pero se mantiene el perfil de estos. «Seguimos viendo  jubilados que vienen a pasar la mañana, nadadores que viene una hora, familias con hijos, amigos».  Sí ha cambiado el perfil del bañista en el complejo Playa del Vicario, donde este año predominan los grupos de amigos y se echa de menos el usuario tipo. «Este año estamos echando de menos al abuelo que viene con su nieto o a las familias que venían a pasar el día». Pensando en ellos se abría esta piscina el pasado 20 de junio al 50% de su aforo, lo que supondría unos 750 bañistas, que por el momento ni se había rozado. De media, de lunes a viernes «no llegamos a los 350» y en una línea similar los fines de semana, indicaron la semana pasada en declaraciones a este diario para agregar que uno de los fines de semana contabilizaron 520 entradas, cuando lo normal es que un festivo opten por este complejo unas mil personas, en base a lo ocurrido en los últimos años. Explican desde el complejo que  ha cambiado el perfil del bañista. «Nuestro cliente tipo suele ser el abuelo con el nieto, o las familias, y este año sobre todo lo que estamos teniendo son grupos de jóvenes», apunta Antonio Pérez, quien reconoce que a la gente «se le olvida muy pronto» que la lucha contra la pandemia sigue. «A medida que pasa el tiempo ves cómo la gente se olvida de cumplir con las medidas de seguridad, por eso se lo recordamos por megafonía cada  cierto tiempo.  Confían en que el mes de agosto «que es cuando la gente suele tener vacaciones» el número de usuarios crezca, aunque este año lo que toca «es sobrevivir».