La Asociación Cultural del Ferrocarril (ACF) ha enviado a los portavoces de los grupos políticos un escrito para que el Ayuntamiento de Ciudad Real inicie el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el edificio de la vieja estación ubicada en el parque de Gasset.

A la vista de los dos últimos procesos que ha publicado el Administrado Ferroviario de Infraestructura (Adif) para adjudicar la cesión del edificio y quedar desierto, esta asociación propone la protección de este inmueble y su posterior restauración. A la ACF no le consta que ningún operador local de restauración «esté interesado en presentarse con las condiciones que impone Adif». No obstante, «la declaración como BIC del edificio es independiente del resultado de dicho concurso», aclaran a La Tribuna fuentes de la asociación.

La Asociación Cultural de Ferrocarril, que en estas semanas ha retomado sus ciclos de conferencias de los martes con importantes ponencias, solicita que si el edificio fuese declarado BIC «podría ser restaurado conforme su proyecto original de estación de ferrocarril».

Añaden en la asociación que «hoy por hoy, como asociación  de esta ciudad, entendemos que es primordial recuperar el edificio histórico de la estación construido en  1879». Ese es uno de los objetivos  principales, es decir, «rescatarlo, mantenerlo y salvaguardarlo de posibles modificaciones que adulteren el contenido ferroviario e histórico del mismo. Lo que más nos interesa es recuperar el edificio como era originariamente para las próximas generaciones». Igualmente, apuntan que el expediente de la declaración de BIC «contaría con el apoyo de la ciudadanía de forma muy amplia al ser valorado como recuerdo histórico de la presencia del ferrocarril en la ciudad».

Sin ofertas.

Según informó este periódico, el concurso convocado por Adif quedó desierto por segunda vez al no recibir siquiera ofertas para evaluar posibles proyectos. Adif obligaba a los adjudicatarios a invertir al menos 490.000 euros en rehabilitar la estación y su entorno, donde se debería desarrollar una actividad económica a través de un contrato de alquiler que se prolongaría durante 25 años.