La venta de vivienda de segunda mano, como antes de la burbuja

H. L. M.
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La pandemia, Ucrania o los tipos de interés están detrás de un aumento de la demanda, sobre todo de casas usadas

Un cartel de venta de viviendas en un inmueble de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Tras la pandemia fueron muchos ciudadanos los que se dieron cuenta de que su casa se quedaba pequeña. El tiempo de confinamiento mostró las necesidades que tenían y fueron muchos los que se han lanzado a la compra de una vivienda nueva. Se trata de una situación que se viene arrastrando desde diciembre de 2020 y que en el primer trimestre de 2022 ha marcado un hito al superar, por primera vez, las 1.250 viviendas vendidas. Habría que ir al año 2010, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, para encontrar cifras similares. Entre un momento y otro hay una diferencia clara, ya que tras la pandemia es la segunda mano la que está levantando el mercado, con más de 1.072 viviendas usadas vendidas en los tres primeros meses del año. No se trata solo de una tendencia puntual: desde el final del confinamiento se ha ido incrementando las compras mes a mes.

«El mejor año con diferencia es este», señaló Pilar Marín, de la inmobiliaria Marín. Señaló a La Tribuna que «lo que más se vende es de segunda mano», con especial interés en aquellos inmuebles que tienen espacios al aire libre, chalés o unifamiliares. Para Marín, esa aproximación a la segunda mano se debe a que «la obra nueva está bastante alta de precio», mientras que en segunda mano hay mucha gente que «quiere vender rápido» y quien también quiere comprar rápido.

«Las viviendas han bajado bastante, se han corregido precios y gracias a eso se ha activado», señaló Ramón López, de inmobiliaria Kampus. Recuerda que Ciudad Real es una de las provincias más baratas de España para comprar y «eso está haciendo que se pueda vender algo mejor». López señaló el problema que hay con la vivienda nueva debido a la inflación y al incremento del coste de los materiales y que ha llevado a algunas empresas a no cerrar el precio de venta de pisos. En este sentido, durante el boom, se llegaban a vender un millar de viviendas nuevas al trimestre y otro millar de segunda mano. En los tres primeros meses de 2022 se vendieron 178 casas a estrenar, una por cada seis de segunda mano. López suma otro aspecto clave a esta situación, y es que hay quien decide hacerse su casa con su terreno o patio, ya que «no es tan fácil encontrar» esas promociones entre la oferta de segunda mano.

Más allá de la situación actual, desde Kampus recordaron que hay un momento de incertidumbre económica, debido a la guerra de Ucrania y el aumento de la inflación, por lo que hay quien opta por regresar al valor seguro de la vivienda. El problema es el posible cambio en la tendencia a la baja de los tipos de interés, que pueden llevar a que haya menos capacidad de compra. «Entre que la gente tiene dinero ahorrado, el pequeño inversor, y la tendencia a que el precio de la vivienda suba» se ha producido este incremento de ventas, señaló Raúl Lomas, agente inmobiliario de CCI10. De hecho, apuntó que se han vendido en este 2022 algunos inmuebles que llevan «atascados años». Con todo, en su opinión, como la del resto de inmobiliarias, la situación es «puntual, siempre hay subidas y bajadas», aunque lo normal es que se mantenga el ritmo.

Carlos Castellanos, de Gestiona Real Estate, repitió el diagnóstico, ya que cree que hay «una suma de muchos factores» que llevan a este incremento de ventas, como que la inversión en una vivienda se ve «más segura» que otros productos financieros. Por este motivo, considera que, a corto y medio plazo, seguirá el ritmo de ventas, pero recuerda que en todos los sitios no suben los precios y hay zonas en que siguen bajando.