Lo que la Ley de Memoria Histórica de 2007 insinuaba, la de Memoria Democrática, aprobada hace días, deja negro sobre blanco. El topónimo de Llanos del Caudillo, por su apellido, 'Del Caudillo', incumple la norma. Solo hay dos localidades en España que tengan ese término. La otra es Alberche del Caudillo, una pedanía de Toledo, una entidad menor, dejando a Llanos como el único municipio de España con Del Caudillo en su nomenclatura. La Tribuna intentó ponerse en contacto con el alcalde de Llanos del Caudillo, pero declinó realizar declaraciones ante esta situación y ante lo que puede significar la normativa para el topónimo. 

Los cambios del articulado entre una ley y otra son claros. Mientras que en la de 2007 se hablaba de símbolos y monumentos públicos, sin citar de forma concreta los topónimos, en la de 2022 la terminología es clara y en su artículo 35 indica: «serán considerados elementos contrarios a la memoria democrática las referencias realizadas en topónimos [...] de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura». Por lo tanto, 'Del Caudillo', como referencia al máximo dirigente de la dictadura, se considera un topónimo contrario a la memoria democrática. Hay que tener en cuenta que, en este caso, no hay lugar a dudas, no se puede indicar que Del Caudillo se refiere a otra figura histórica, puesto que Llanos es un municipio de colonización, surgido durante la dictadura en 1953 sobre el papel, y nombrado así por el Instituto Nacional de Colonización.

Lo que puede suceder de no cambiarse el nombre se recoge en la normativa. Primero, el Estado, junto a las comunidades, hará un listado de elementos contrarios a la memoria. En caso de incluirse a Llanos del Caudillo en dicho documento y de no producirse la retirada, habrá una resolución que dará tres meses de plazo para la retirada.  

Hay que tener en cuenta que Llanos del Caudillo ya descartó en 2020 el cambio de nombre, amparándose en una sentencia firme de un juzgado que desestimó una demanda para hacerlo. Se trata de una sentencia dictada al amparo de la ley de 2007 y que no se pronunciaba sobre el topónimo, sino que desestimaba la pretensión de un abogado que había solicitado el cambio de nombre. Antes hubo un referéndum, en 2004, donde los vecinos decidieron mantener el topónimo.  

La sentencia fue remitida a finales de septiembre pasado al Senado, donde el senador Carles Mulet, portavoz de Compromís, lleva un año pidiendo al Consistorio de Llanos del Caudillo las actas de acuerdos adoptados por los órganos de gobierno en los que se acuerda la retirada de determinado símbolo que estaría incumpliendo la Ley de la Memoria Histórica. «Desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Memoria Democrática, desde Compromís se ha vuelto a reforzar la petición aludiendo ahora a la nueva normativa», indica el grupo parlamentario en un comunicado.

Diez elementos a desaparecer en diez municipios 

Ya hay iniciativas que se están dedicando a realizar recopilaciones de términos, como deberíadesaparecer.com, donde ya aparece la nomenclatura de Llanos como uno de los aspectos que incumplen la ley. Hay diez localidades de la provincia citadas en dicha web, con términos de calles referentes a aspectos de la dictadura, placas o monumentos. Cabezarrubias del Puerto, Porzuna, Fuente El Fresno, Pozuelo de Calatrava, Villarta de San Juan, Argamasilla de Alba, Valdepeñas, Retuerta del Bullaque y Socuéllamos, aparecen, junto a Llanos. Este documento, que cuenta con financiación del Ministerio de Presidencia, puede ser clave porque la nueva norma indica que el catálogo empleado para las sanciones puede incluir «elementos que se soliciten por entidades memorialistas» o que resulten de «estudios y trabajos de investigación».