Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


Sobre el aborto: prioridades

20/05/2022

Al menos, a día de hoy, hemos retrocedido dos mil años. Quizá más. Mucho más. Hace dos mil años se trataba de mujeres adultas. En el Imperio Romano y antes. Hoy, junto a mujeres adultas, hablamos de niñas con cuerpo de mujer. No se trata de una conquista de nuestra época, sino de una involución de siglos en la que el paréntesis del cristianismo teórico ha supuesto solo eso. Digo lo de teórico porque también las mujeres católicas han practicado el aborto priorizando otras muchas cosas a la vida. Acaso no haya sido general, no lo sé, pero ha sucedido y, con eso, basta. Y es que se trata, en realidad, de una cuestión ideológica y no tanto biológica porque reconozcamos el valor de la vida como don y regalo inviolable.
El aborto y su percepción por la sociedad es un camino que hemos recorrido en los últimos cuarenta años en clara orientación de la opinión pública. Han abortado tanto las derechas como las izquierdas. Ha dependido del poder adquisitivo. Los que han tenido dinero han hecho posible que sus esposas, amantes e hijas, hayan abortado con seguridad. Los de menos posibilidades económicas han arriesgado la vida y la salud de sus parejas femeninas. No es casualidad que la ley se llame de «Salud Sexual y Reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo». ¿Y la salud del alma? Una mujer que aborta nunca olvida al abortado y en que podría estar vivo y amando. Se trata del valor de la vida y de la dignidad de la persona, de la mujer y del no nacido. Habrá que esperar tiempos mejores, dignos y convencidos.  

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