No cazar en Cabañeros es un «atropello» a la propiedad

Ana Pobes
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Representantes de propietarios de fincas privadas del parque alertan que la normativa acelerará la despoblación y el paro. Horcajo de los Montes teme la pérdida de servicios como el colegio

No cazar en Cabañeros es un «atropello» a la propiedad - Foto: Rueda Villaverde

La moratoria establecida en la Ley de parques nacionales de 2014 fijaba unas excepciones que permitían cazar en estas áreas protegidas, pero esta prórroga llega mañana, 5 de diciembre, a su fin, lo que significa que entra en vigor la prohibición generalizada de cazar en estos espacios naturales. Entre ellos, el Parque Nacional de Cabañeros, formado por 40.856 hectáreas de superficie y de las que más de 18.000 son de titularidad privada (44,32%). Y es que, el Parque Nacional de Cabañeros «está hecho, en buena medida, a base de terrenos de particulares. La gente compró esas propiedades con un importante valor como fincas de caza, por lo que en el momento que se prohíbe la caza, esas propiedades pasan a no valer nada y el prejuicio que les origina es inmenso porque su activo pasa a no valer nada», argumenta el presidente de Atica, miembro del Patronato del Parque de Cabañeros como representante de los particulares y doctor ingeniero de Montes, Juan Caballero.  

Un «atropello a la propiedad privada», insiste, donde la única solución pasa por la indemnización a los propietarios con el valor que «realmente valen esos terrenos» y que desde su punto de vista «no sería menos de multiplicar el número de hectáreas que hay en el parque por 5.000 euros». Sin duda, una elevada partida económica a la que hay que sumar además otras importantes cantidades de dinero público que el Estado deberá destinar al control de las poblaciones de animales en este espacio, y que, según Caballero, se podía dedicar, por ejemplo, a la realización de mejoras en el parque. «Una actividad que genera ingresos y empleo, de pronto va a pasar a necesitar un gasto. No tiene ningún sentido. Es como el capricho de un niño», recalca al tiempo que lamenta el «gran daño» que conllevará la prohibición de cazar en el Parque Nacional de Cabañeros en la economía provincial y regional.

 Rafael Sánchez, ingeniero de Montes y director técnico de dos de las fincas de Cabañeros, recuerda que la propiedad privada lleva con esta lucha más de 20 años, cuando en 1996 la primera Ley de Parques Nacionales ya se hablaba de la incompatibilidad de la caza con los parques nacionales. En declaraciones a La Tribuna, lamenta que la prohibición de cazar en los parques nacionales se llevará a cabo «sin tener claro cómo se va a hacer ese control de poblaciones de animales, por lo que conllevará una consecuencia desastrosa en la gestión, pues con solo dos personas fijas en el parque esto va a ser algo inviable». «Técnicamente es una aberración, y prácticamente es algo muy complicado de llevar a cabo», argumenta.

Pero para Sánchez lo más importante son los perjuicios económicos y sociales que conllevará esta medida. Entre ellos, la pérdida de población y de actividad económica, ya que «si a estos propietarios no se les permite cazar no tiene ningún sentido tener todo el personal de la finca», lo que conllevará, continúa diciendo, que todas las actividades económicas que se genera alrededor de la caza «dejen de existir». Y eso es lo que temen en Horcajo de los Montes, un pequeño municipio de algo más de 800 habitantes integrado en el Parque Nacional de Cabañeros, y donde la caza es, junto a la ganadería y la agricultura, «otro de los principales aportes de la economía». Así lo comenta Javier Camarena, teniente de alcalde del municipio, quien teme que esta nueva normativa se lleve por delante servicios como el colegio. «Ahora funcionan las tres líneas, pero en el caso de que los guardas de las fincas abandonen el pueblo y dejen de llevar a sus hijos al colegio el número de alumnos estaría muy justo para mantenerlo», argumenta. La caza «suplementa la economía con casas rurales, jornales en las monterías, etc. En invierno no viene ni el gato al no ser que se celebre una montería, y eso es lo que llena las casas rurales y los establecimientos, por lo que la caza nos aporta una gota bastante importante a nivel económico», subraya. Por ello, con el objetivo de que la caza no desaparezca de la comarca, en el último Pleno, celebrado el pasado jueves, todos los partidos políticos (Agrupación Independiente de Horcajo, PP y PSOE) apoyaron un manifiesto en favor del mantenimiento de usos tradicionales en parques nacionales.

Además de Horcajo de los Montes, tres son las localidades de la provincia que conforman el parque nacional (Navas de Estena, Retuerta del Bullaque y Alcoba de los Montes). Junto a ellas, Hontanar y Los Navalucillos, en la provincia de Toledo.