La seguridad de la Guardia Civil de Ciudad Real en el aire

M. Lillo
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El equipo Pegaso es el responsable del control del espacio aéreo, una unidad pionera que se creó en la provincia en el año 2020 y que controla desde los deportes que se practican en el cielo hasta el uso creciente de los drones

La seguridad de la Guardia Civil de Ciudad Real en el aire - Foto: Tomás Fernández de Moya

Son los vigilantes del espacio aéreo con el sello de la Guardia Civil, la unidad encargada de controlar los movimientos que se realizan por el aire, en el que confluyen no solo los aviones, sino en el que también se practican deportes como el parapente, el paramotor o los viajes en globo y en el que, además, de manera creciente, están tomando protagonismo los drones. Estos últimos, con multitud de funciones, cada cual más espectacular, pero también con muchos riesgos, motivaron también la creación de una unidad especializada de la Guardia Civil de Ciudad Real, el equipo Pegaso, con tres agentes bien formados que velan por la seguridad allá donde se alza el vuelo.

Este equipo nació en el año 2020 en la provincia, con sede en el aeropuerto, y es fruto de la apuesta que se hizo por parte de la Dirección General de la Guardia Civil para crear a partir del año 2016 un total de 54 equipos Pegaso en el conjunto de España, con voluntad de que crezcan en medios tecnológicos y en capital humano.

«Pegaso surgió de la necesidad de contar con un equipo especializado porque los aeropuertos tienen su propia policía, pero los aeródromos, las pistas de campos eventuales o las pistas de aterrizaje en tierra no contaban con un equipo especializado para este tipo de operaciones», explica a La Tribuna el agente Ceca, responsable de este equipo en la provincia.

La seguridad de la Guardia Civil de Ciudad Real en el aireLa seguridad de la Guardia Civil de Ciudad Real en el aire - Foto: Tomás Fernández de Moya

Se trata así de un proyecto pionero en Europa que pone 'su mirada' en la vigilancia de todo lo que ocurre en el cielo, teniendo en cuenta la gran actividad que se desarrolla en el mismo y con el objetivo no sólo de prevenir posibles incidentes, sino también de evitar la comisión de delitos. «Al abrirse el cielo como se está abriendo para los aviones, deportes o los drones, lo que hace unos años era un sueño, cada vez está siendo más realidad y en el futuro se plantea además el uso de los dones como aerotaxis o paquetería», afirmó el guardia Rincón, quien agregó que es precisamente la rápida evolución que experimenta todo el mundo de los drones el que les hace estar en constante aprendizaje.

Y es que los drones «no son juguetes», se consideran aeronaves que requieren que sus usuarios se formen como pilotos, que cuenten con un seguro de responsabilidad civil y que conozcan todos los requisitos que pueden ser necesarios a la hora de volar un dron en razón de los distintos escenarios.

«Si se tiene un dron y no se utiliza debidamente, puede impactar incluso con un avión y causar un accidente», agregó el guardia Ceca, poniendo el acento en la importancia de que se actúe con responsabilidad en el uso de esta herramienta tecnológica. Para ello, el guarda Castillo apuntó a la existencia de una página web (dronesenaire.es), una herramienta a disposición de todo el personal que vaya a hacer uso de los drones, de manera que al entrar en la misma puede seleccionar el uso que le dará, seleccionar la zona de vuelo y conocer las limitaciones o requisitos necesarios. En la provincia, existen además zonas con grandes restricciones, como la del aeropuerto o la Base de Almagro.

La seguridad de la Guardia Civil de Ciudad Real en el aireLa seguridad de la Guardia Civil de Ciudad Real en el aire - Foto: Tomás Fernández de Moya

«La persona que incurra en un ilícito penal no se está molestando lo más mínimo en conocer la normativa porque estas herramientas son de uso público y están a disposición de cualquier persona», agregó el agente Castillo.

Y es que las aplicaciones que tienen los drones son muchas y muy variadas, tanto para lo bueno, como para lo malo. En el primero de los casos, los agentes apuntaron a las posibilidades que ofrecen los drones para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para la localización de personas que se han perdido o están en situación de emergencia, para catástrofes naturales como fue el volcán de La Palma, así como para conocer la trayectoria de los incendios, para vigilar el tráfico o la detección del tráfico de drogas. No obstante, en el lado de «los malos», apuntaron también al empleo de los drones para cometer acciones ilícitas, como el tráfico de drogas.

El 'arma' que utilizan los miembros del equipo Pegaso para desarrollar esas labores de vigilancia también es el dron, dotado con la tecnología más avanzada, que permite desde realizar fotografías y vídeos, a la visión nocturna, el sistema de detección térmico de personas o mapeo de zonas, entre otras posibilidades, explican durante un vuelo de demostración que realizan para La Tribuna en una de las denominadas zonas seguras de la provincia en Corral de Calatrava. 

 Todo, para controlar lo que ocurre en el aire, teniendo como principal finalidad «la información, prevención y concienciación», si bien recuerdan las importantes multas a las que se enfrentan quienes incumplen la amplia legislación que se aplica en estos casos, de hasta 225.000 euros en los supuestos más graves.

En la provincia, el equipo Pegaso no han tenido que afrontar en este tiempo ningún suceso grave, aunque sí que tramitar infracciones como la que supone volar un dron sin seguro, que el usuario no cuente con la licencia de piloto que expide la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) tras una formación teórica y práctica, así como incumplir requisitos relativos con la documentación o la identificación del dron.