Azufre agrícola a partir de los residuos del biogás

SPC
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El Grupo Operativo S-Valor nace para crear sinergias entre la industria y el sector agrario e impulsar el modelo de economía circular aprovechando subproductos industriales

Azufre agrícola a partir de los residuos del biogás - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La crisis energética provocada por el uso indiscriminado de combustibles fósiles, unida al reto de alimentar de forma sostenible a una población en continuo crecimiento, ha motivado la creación de un grupo operativo para la 'Valorización de subproductos descontaminantes con valor fertilizantes', conocido de forma abreviada como S-Valor. El fin de este proyecto es desarrollar un fertilizante a partir de la recuperación de residuos procedentes de la generación de biogás.

En el ámbito industrial, S-Valor diseña y desarrolla un novedoso sistema de descontaminación de corrientes gaseosas -a través del proceso de desulfuración mediante adsorción- que permitirá reducir la generación de residuos peligrosos que se da en los sistemas convencionales. La desulfuración es un tratamiento de vital importancia en las plantas de generación de biogás, dado que el poder corrosivo de componentes como el ácido sulfhídrico limitaría su uso.

En concreto, el consorcio propone el empleo de lechos con óxidos e hidróxidos de hierro como alternativa a otros métodos de desulfuración más habituales, como son los físicos (donde el empleo de carbón activado es el sistema más común), los químicos o los biológicos. Según los miembros de S-Valor, pese a no estar muy extendido en la industria, el uso de lechos de óxido de hierro es más económico y eficiente.

De hecho, el grupo operativo desarrolla un prototipo que permitirá valorizar los subproductos en la propia industria de cogeneración. De este modo, se evitará el coste económico y el impacto ambiental derivados del traslado de los residuos peligrosos de carbón activo a las plantas de tratamiento.

Nuevos insumos.

Con este método, S-Valor pretende recuperar el contenido de azufre de la industria del biogás para su posterior uso como insumo agrícola. El azufre es muy valorado en la producción hortofrutícola por ser un macronutriente esencial en el crecimiento del cultivo, ya que le ayuda a formar compuestos específicos como aminoácidos y fosfolípidos, que están involucrados tanto a nivel estructural, como en importantes bioprocesos como la fotosíntesis o en la generación de glucógeno, tan importante en situaciones de estrés para las plantas. Además, aumenta la estabilidad estructural de la planta, incrementa el contenido de enzimas, vitaminas y clorofila y mejora, por tanto, la producción de semillas.

Tras recuperar el azufre con el nuevo prototipo industrial, el grupo operativo trabaja en la creación y validación en campo de nuevos fertilizantes con un alto contenido del citado elemento químico. Estas fórmulas se dosificarán en formato pellet para favorecer la fijación del azufre en el suelo con el objetivo de mejorar su estructura, ayudar a la absorción de otros nutrientes y potenciar la producción hortofrutícola.

A priori, el fertilizante desarrollado por S-Valor se presenta como una alternativa más ecológica a los insumos actuales que contienen azufre bajo la fórmula de sulfato. Aunque la planta absorbe con rapidez estos productos, el sulfato es muy soluble y se lixivia con facilidad por lo que se requieren elevadas aportaciones de este tipo de fertilizantes para que tengan un efecto deseado en la producción. Sin embargo, el azufre no es soluble en agua, por lo que permanece en la tierra más tiempo.

Por otro lado, debido a la biotransformación que tiene lugar en el suelo mediante determinados microorganismos, proceso exclusivo del azufre elemental y no de los sulfatos o tiosulfatos, se promueve una serie de equilibrios bioquímicos que contribuye a una mejor absorción de nutrientes y a una solubilización de nutrientes inmovilizados. Esto ocurre porque los exudados de los microorganismos favorecen el crecimiento de la microbiota del suelo, creando un entorno más vivo y óptimo para el crecimiento vegetal.

Asimismo, cabe destacar que el insumo de S-Valor es más económico, puesto que precisa de menos aplicaciones. Es decir, que redundará en la competitividad y la rentabilidad del sector productor.

Por si esto fuera poco, el azufre es un acondicionador de suelos y ayuda a bajar el pH si es necesario. Cuando se utilizan sulfatos o ácidos el pH baja, pero este efecto solo perdura unos días. Y está es una de las grandes ventajas del azufre elemental, porque tras bajar en un primer impacto el pH posteriormente se estabiliza, no descendiendo nunca de 6.

En definitiva, y en línea con los objetivos propuestos por Bruselas en el Pacto Verde Europeo, el trabajo de S-Valor beneficiará de forma directa a la sociedad. Primero, porque desarrolla innovaciones técnicas para impulsar el uso de energías verdes como el biogás y para reducir la generación de residuos del proceso industrial. Segundo, porque estudia alternativas de fertilización más respetuosas con el medio ambiente. Y, tercero, porque ofrecerá al consumidor final un producto más sostenible y saludable.

El proyecto S-Valor se enmarca en la convocatoria 2020 de ayudas para el Funcionamiento de Grupos Operativos regionales de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícola. Está financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y está cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. El consorcio de S-Valor está formado por la ingeniería INERCO Biogas, el Centro Tecnológico Tecnova, la empresa de insumos y ensayos Viagro, la federación de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Gran Vega.