«Va a haber muchos negocios en concurso de acreedores»

M. Lillo
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Entrevista a Carlos Marín, presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real

Carlos Marín, presidente de Fecir. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Carlos Marín lidera la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir) desde el año 2014 y encamina ya sus pasos hacia su tercer mandato con grandes retos. 

El próximo día 17, tras lograr los avales necesarios, volverá a ser reelegido presidente de Fecir, ¿cómo afrontará esta nueva etapa?

Con mucha ilusión y un poco abrumado porque yo no creía que nuestro equipo iba a recibir tantos apoyos, de tanta gente y, sobre todo, de gente currante. Me ha emocionado mucho. Tenemos dos sectoriales que trabajan un montón, como Alcázar y Manzanares, que están muy pegadas al terreno, y recibir los primeros apoyos de ellos fue bastante estimulante. También del resto porque al recibir apoyos de los que han estado contigo tanto tiempo es importante, pero también de gente que está más en su trabajo y de gente como mi amigo Manolo, el presidente regional de los taxistas, que me manda un mensaje y lo primero que me dice es si no hará falta que me dé su apoyo si ya me da likes en Facebook y en todos los sitios. Por eso digo que un poco abrumado, porque que te llamen y te apoyen todos los periodistas de Ciudad Real, o que te llame el presidente de la Diputación y que te diga que no vas a tener problema, o que te llamen los propios sindicatos, que tenemos la relación que tenemos que tener, ellos tienen que estar en su sitio y nosotros en el nuestro, ellos defienden lo suyo, nosotros lo nuestro, pero que valoren lo que haces es importante. 

Supondrá revalidar el compromiso con todos ellos también... 

Sí. También lo asumo con muchísima responsabilidad porque creo que es el momento de la consolidación de Fecir ya como una organización empresarial fuerte. Tenemos el volumen de gente para ello. Ya somos una de las asociaciones que más asociados tiene de Castilla-La Mancha. Aquí tenemos sectoriales desde Almadén, Puertollano, Tomelloso, Valdepeñas... en todos sitios y el aglutinarlas a todas y tener ese asociacionismo al lado de Fecir es importante y siento el peso de la responsabilidad. 

¿Qué retos tiene por delante?

Sobre todo, crecer en presupuesto. Eso supone tener más personas y más recursos a disposición de los empresarios. Hasta ahora, nuestro reto era, y sigue siendo, crecer en asociados, es importante, ya que hay que llegar a aquellos sitios a los que no se llega, principalmente a esa España vaciada con la que se nos llena a todos la boca. Quiero llegar a pueblos pequeños y ayudar a quienes tienen negocios pequeños, pero hay que crecer en presupuesto para tener más recursos al servicio de los empresarios. Es importante crecer en asociados, porque para eso estamos, pero también darles servicios, por lo que ahora mismo tenemos que obtener más recursos desde Fecir y no tienen que venir desde la formación, sino de las cuotas de asociados o de convenios que se firmen con gente que quiera patrocinar y ayudar al mundo empresarial. Hay que darles más servicios porque viene un año complicado. 

¿Cómo afronta el tejido empresarial de la provincia la nueva crisis?

Muy preocupado. Muchos llevan en crisis desde que nos confinaron. En relación, por ejemplo, con la hostelería, parece que hay gente que no se entera porque algún sindicalista me comentaba que habían ganado mucho dinero. Quizá habrá ganado dinero la hostelería en la costa, pero lo habrán hecho para recuperarse de todo lo que han perdido estos años. Los de aquí no es que hayan ganado mucho, ni siquiera estamos a niveles de 2019. La situación es muy complicada, hay empresas en las que ha llovido sobre mojado y sobre requetemojado. La situación para muchas empresas es muy difícil. 

¿Cómo puede afectar la subida de costes y de los tipos de interés?

Si los tipos de interés suben, si las materias primas siguen al precio que están, si la luz, el gasóleo, el gas están al precio que están, muchos se van a ver abocados a concursos de acreedores. Hablo de los pequeños, no sólo de los grandes. El 86% de nuestra gente es pyme, micropyme y autónomo, y la situación que tienen es muy complicada. Han esperado el verano, que no se dio excesivamente mal en algunos sectores, pero para algunos la situación es para agarrarse con la yema de los dedos.

Como presidente de Fecir sufrió la crisis inmobiliaria, la del COVID y ahora ésta, ¿qué papel juegan los empresarios en este contexto?

Juegan un papel esencial. Yo represento al pequeño empresario, micropyme y autónomo, porque los grandes que conocemos en la región y en la provincia, en un 90%, vienen de empresas pequeñas. Aunque tenemos empresas grandes, y nos sentimos orgullosos, queremos llegar a ser algún día una empresa grande porque es nuestro sueño crecer, pero todos vienen de orígenes humildes, de gente que ha empezado por abajo y por eso hay que cuidarlos tanto. Yo me acuerdo del empresario pequeño, del autónomo, del que tiene que levantarse todos los días a las 7 y no ha dormido por cómo poder pagar la Seguridad Social de sus dos o tres trabajadores porque se le ha dado mal el mes, no ha podido vender o le ha subido el gasoil de la furgoneta con la que reparte... Esa es la gente de la que vienen las empresas de Ciudad Real. 

Como por ejemplo ahora con el precio de los costes disparado, ¿no?

Es que encima están tomando recetas antiguas para problemas nuevos. Europa está subiendo los tipos de interés para enfriar la economía, cuando lo que tenemos es un problema de demanda, no de oferta. Los precios han subido porque ha subido el gas, la luz o el gasoil, no han subido porque tengamos una economía que está funcionando a lo bestia y suban porque nos hayamos vuelto locos como pasó en 2008 con la crisis del ladrillo. No. Han subido porque han subido unos costes que son importantísimos. ¿Cómo los vas a abaratar subiendo los tipos de interés? ¿Quieres enfriar la economía más? Si estamos en estanflación, y es lo que no está viendo el Gobierno central y sí lo ven otros gobiernos como el de Castilla-La Mancha u otros, independientemente del color político, como el de Andalucía. Si se enfría el consumo, lo que se produce es que quiebren muchas empresas porque van a tener menos demanda de producto y encima con los precios disparados. Es un problema muy serio.

¿Habría que bajar impuestos?

Es que no hay otro camino. Lo están haciendo gobiernos de todos los colores políticos como el de Portugal, el francés, el alemán... Yo, por principio, me niego a creer que el dinero está mejor en el bolsillo del Gobierno que en el de trabajadores, empresarios y autónomos. Nadie va a gestionar mejor mi dinero que yo en mi empresa o en mi casa. Prefiero quedarme con ese dinero y ya decidiré si voy de vacaciones o no, a que te lo quiten, por un lado, y luego te lo vuelvan a meter en el bolsillo de forma discrecional y a quien quieran, no creo que sea lo mejor. Creo que las familias, los particulares o las empresas van a manejar mejor su dinero que si se lo das a alguien que lo va distribuyendo, y más cómo lo está haciendo este gobierno, con los lobbys animalistas y con tanto chiringuito que se está montando. Creo que lo primero que hay que hacer es reducir esos ministerios, direcciones generales o puestos nombrados a dedo. 

Siempre que usted se pronuncia hace una diferencia entre el gobierno central y el regional, ¿qué diferencia ve entre uno y otro?

Creo que toda. Es la forma de afrontar la relación con el mundo de la empresa. Para la ministra Yolanda Díaz, las empresas somos el enemigo a abatir, somos los explotadores a los que hay que obligarles a que contraten fijo porque no quieren y quieren quedarse con el dinero; que hay que obligarles a que inviertan o que paguen más impuestos porque están ganando mucho y se lo están quedando. Mientras, para la consejera Patricia Franco y para el presidente García-Page lo que necesitan es que haya muchas empresas en la región para que haya más trabajadores, para que puedan cotizar y cuántas más empresas tengamos mejor nos irá a todos, más impuestos se recaudarán y más bienestar social tendremos. Es una idea de concepto, entre la socialdemocracia y el radicalismo de izquierda, el que piensa que hay una lucha de clases, que el empresario es un explotador frente al que ve que la mayor parte de la industria somos pymes, micropymes o autónomos, con una media de ocho trabajadores y que son, además, nuestros compañeros de trabajo. 

Los sindicatos acusan a Fecir de ser duro de roer en cuanto a la negociación, por ejemplo de los salarios, ¿cómo cree que se debe afrontar esa negociación?

Creo que deberían ver cómo son las sectoriales de Fecir. La negociación colectiva se la tenemos encargada y hay sectoriales en las que, por circunstancias de la propia economía, tienen que ser duros porque lo han pasado y lo siguen pasando muy mal, y otros que no son duros y hay convenios que ya se han firmado y muy rápido. Lo malo es generalizar y lo malo es atacar a Fecir desde Madrid, donde no tienen ni idea de cómo trabaja Fecir, ni Cecam... el problema es que ellos se 'lanzan en brazos' de las órdenes de Madrid donde les han dicho que tienen que endurecer la postura en Ciudad Real, cuando aquí se está negociando y no levantándonos de la mesa. Todos los acuerdos que se han firmado en Castilla-La Mancha se han hecho entre Cecam, Gobierno, sindicatos y todos han sido suscritos en Ciudad Real por Fecir, las autoridades provinciales y los sindicatos. Si alguien está rompiendo esa paz social es el que dice que somos duros en la negociación. Se han cerrado convenios, se están cerrando otros y se han forzado convenios con manifestaciones porque desde Madrid se ha dado la orden de zafarrancho de combate. Nosotros cuando hemos tenido que criticar a Madrid se ha hecho o cuando no hemos estado de acuerdo con Garamendi, no hemos estado de acuerdo. Lo que quiero es llegar a acuerdos en Ciudad Real, cerrar convenios aquí y en Castilla-La Mancha y que haya paz social, como hemos presumido todos. 

Por otra parte, ¿qué opina de los problemas que se están registrando en el Avant? ¿Tienen que tomar cartas en el asunto o cree que se va a dar por perdido?

Se está dando ya por perdido cuando no debiéramos hacerlo. Cuando llegué aquí, en el año 90, para estudiar, Ciudad Real había conseguido lo que no había conseguido nadie, que el AVE pasara y parara. Ese avance para Ciudad Real se está perdiendo, hay gente que iba todos los días a Madrid a trabajar o hacer negocios y cogía el AVE y nos estamos acostumbrando a coger el coche porque se ha abandonado esa cercanía que tenía Ciudad Real con Madrid. Creo que Ciudad Real debería pelearlo. No estoy en contra de que en otras capitales de provincia también pare, pero lo que no podemos es perder lo que hemos ganado y Ciudad Real está retrocediendo con otras capitales de la región y del resto de España. Y eso es una barbaridad. Hubo gente que invirtió en Ciudad Real para ir y venir a Madrid. Si Ciudad Real no tiene grandes industrias, las que tiene las perdemos y perdemos el ser el 'barrio del sur' de Madrid, vamos a tener un problema serio. Digo Ciudad Real como Puertollano. 

¿Es optimista en cuanto a que se va a construir el polígono Sepes o cre que es una cuestión electoral que se anuncia pero no ejecuta?

Yo con ese tema soy bastante pesimista, pero no por nada, sino porque cuando alguien quiere montar una empresa lo primero que hace es hablar con otros empresarios y nadie se ha puesto en contacto ni con nosotros ni con empresarios particulares con los que nos relacionamos. No hay demanda. Está muy bien tener el terreno, pero se necesita alguien que esté dispuesto a quedarse con la parcela y eso no lo veo... Ciudad Real, logísticamente hablando, es un sitio buenísimo porque está en el centro de todo, pero faltan infraestructuras. Tenemos una autovía que muere en Puertollano; tenemos dos puertos entre Portugal y Valencia y estamos en medio y nos faltan infraestructuras. Ciudad Real necesitaría una autovía, por donde sea, para conectar Siles por Valencia, y también una conexión directa con Toledo... El Gobierno central, tenga el color que tenga, trae poco a Ciudad Real, somos los grandes abandonados. Seguimos hablando de la A-43, del puerto seco de Alcázar, de la conexión con Toledo o con Montoro, que ya se nos ha olvidado a todos. A Ciudad Real se le quiere poco o hacemos poco ruido.