Ciudad Real es la tercera provincia en exceso de mortalidad

Hilario L. Muñoz
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Un estudio del catedrático Francisco Ruiz apunta que Ciudad Real no es la que más ha aumentado sus fallecidos en la epidemia, independientemente del coronavirus, y que el brote finalizó el pasado 18 de mayo

Ciudad Real es la tercera provincia en exceso de mortalidad - Foto: Pablo Lorente

El análisis de los datos empieza a ser una de las claves para entender mejor lo que ha ocurrido durante la crisis del coronavirus. Se trata de cifras y estadísticas al principio tímidas, procedentes, en exclusiva, de las consejerías de Sanidad de las administraciones y del Ministerio, con los problemas de que hay tantos sistemas de contabilizar los fallecidos como casi comunidades. Con el tiempo se han ido sumando los registros civiles de España, con informaciones efectuadas por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, analizando muertes y las causas de muertes, elevando un 75 por ciento los fallecidos por COVID-19, o las del propio Instituto Nacional de Estadística, que ha recopilado los fallecidos semana a semana, de este año y de los años anteriores para conocer el exceso de mortalidad habido sin tener en cuenta las causas. Se trata de un análisis que permite hacer comparativas con los años anteriores para conocer más de cerca el impacto real del coronavirus.

Este análisis ha sido el empleado por el catedrático de la Escuela de Informática de la UCLM Francisco Ruiz para analizar el exceso de mortalidad, como un modo de comparar lo sucedido entre territorios durante el brote del coronavirus. De su análisis se sabe que pese a lo que viene ocurriendo «Ciudad Real no es la que tiene más» incremento de mortalidad, Segovia y Soria están por encima. Su análisis se fundamenta en dar con el número de fallecidos de más que hay por cada 100.000 habitantes respecto a un periodo normal. Mientras Segovia y Soria cuentan con 473,33 y 388,90, Ciudad Real está en los 355,53. Este dato resulta de comparar el número de fallecidos entre la semana 11 y 19 del año, del 16 de marzo al 18 de mayo, durante los últimos cuatro años, 886 de media, respecto a los de este 2020, un total de 2.643. Los 1.757 restantes divididos entre la población y por 100.000 da esa tasa de exceso de mortalidad de 355,53. Segovia cuenta en este análisis con 730 fallecidos más y Soria con 350 más.

Ruiz achaca el que Ciudad Real sea la primera en mortalidad por coronavirus en los datos oficiales a que cuenta con un menor desfase entre ese dato sanitario y el exceso de mortalidad. Mientras que en Ciudad Real a 18 de mayo se contabilizaban 1.068 fallecidos por COVID-19, un 40 por ciento menos que los 1.757 fallecidos de más contabilizados por el INE; en Soria había 119 muertos por COVID-19 en esa fecha, un 66 por ciento menos. «Aquí el porcentaje de muertes que sanidad decía respecto al incremento que luego se ha visto es menor, han quedado menos muertes sin registrar», señaló.

Una segunda conclusión del análisis de los datos de la pandemia obtenidos del INE es su duración, al menos en este brote. «El incremento de mortalidad se centra el pico entre las semanas 11 y 19 del año, del 14 de marzo al 18 de mayo, en las semanas anteriores y posteriores ya no hay exceso de mortalidad en España». Esta situación ocurre en el caso concreto de Ciudad Real donde hay menos fallecidos que el año pasado tanto en la semana 10 como en la 20, mientras que en el periodo de referencia la tasa de mortalidad se dispara semana a semana. Esta situación con menos fallecidos puede deberse a la edad de los afectados por el coronavirus, ya que puede haber personas que hubieran fallecido por otras enfermedades en próximos meses y semanas debido a otras enfermedades y ahora lo normal sería una disminución de la mortalidad. En cuanto al pico, Ruiz apunta a que se encuentra concentrado «a primeros de abril».

Por último, Ruiz analiza desde el punto de vista de la población lo ocurrido con la mortalidad en la provincia y señala que el coronavirus no solo ha afectado a Ciudad Real porque haya una población muy envejecida. En este sentido, pese a ser los terceros en exceso de mortalidad de España, la provincia se encuentra en el término medio en la población mayor de 74 años, lo que implicaría que debería haber tenido menos muertes si solo contara la edad para los fallecidos. «Ha habido más mortalidad entre la población envejecida pero no tanto como cabría esperar» por lo que «ha habido otros factores que han influido más todavía». Para conocerlos, el catedrático avanza que es necesario contar con mayor cantidad de datos, edad, sexo, género o residencia de los pacientes que, de momento, no se aporta por las administraciones.