El Consorcio contra Incendios y Salvamento (SCIS) de Ciudad Real cumple 35 años de servicio en un sustancial proyecto de aumento de plantilla y renovación de medios técnicos y mejora de infraestructuras divisándose ya el horizonte el cambio de la sede principal en Ciudad Real, de la Ronda de Toledo a una amplia parcela que se encuentra en la N-430, a unos 300 metros de la futura ronda.
«Estamos en la fase de redacción de proyecto y estudiando un primer borrador de necesidades», indica a este diario el presidente del consorcio, Julián Nieva, quien repasa con La Tribuna los datos de la memoria anual correspondiente al pasado ejercicio con un aumento significativo en las intervenciones de los bomberos de los nueve parque repartidos en los grandes municipios de la provincia. En el último año se han triplicado las actuaciones, ha habido más rescates de personas víctimas de un accidente de tráfico y servicios por inundaciones e incendios.
En este último apartado, se han realizado 1.975 servicios por fuegos en la provincia, más del diez por ciento originados en viviendas.
A lo largo del último año han sido 233 los incendios declarados en domicilios, frente a los 127 de 2020.
En concreto, durante el pasado ejercicio, los bomberos del SCIS han realizado 3.521 actuaciones propias del servicio, indican técnicos del Consorcio tras explicar que en esta cifra no se incluyen la asistencia técnica y las inspecciones, control y asesoramiento, así como la investigación de siniestros, prácticas, cursos, simulacros y revisiones de hidratantes que suman otras cuatro mil actuaciones.
Ciñéndose al servicio consustancial, 1.975 de los 3.521 servicios realizados fueron por incendios, situándose Puertollano y su comarca a la cabeza, con 426 fuegos extinguidos por los bomberos del SCIS, 39 de ellos en viviendas.
En la demarcación de Ciudad Real se registraron 381 incendios, 69 en domicilios. El más grave con una persona fallecida se declaró el 30 de diciembre en un piso de la calle Mata. Los bomberos acudieron rápidamente tras recibirse el aviso en la central pero la víctima, una mujer octogenaria había fallecido. Un mes antes, cinco personas resultaron intoxicadas en la capital por inhalación de un humo a consecuencia de un incendio.
Tomelloso fue otra de las comarcas que registró un buen número de fuegos: en 250 casos se tuvo que recurrir a los bomberos del SCIS para extinguirlos. En Valdepeñas fueron 185, 167 en Alcázar de San Juan, 163 en Daimiel, 133 en Manzanares, 62 en Infantes y 46 en Almadén. Estos fueron los más importantes, con requerimiento a los bomberos para su extinción.
El informe anual del Consorcio de la Diputación para el Servicio Contra Incendios y Salvamento (SCIS) de Ciudad Real relativo al último ejercicio es un claro exponente del impacto de la pandemia del COVID-19 y cómo en 2021 se fue volviendo a la normalidad. En 2020 «estuvimos confinados tres meses y hubo un descenso en las llamadas por incendios y accidentes de tráfico fundamentalmente», indican desde el Consorcio para, a renglón seguido, añadir que esta tendencia a la baja se rompió a lo largo del año con un mayor número de actuaciones como por ejemplo en el caso de los incendios de contenedores de residuos que se elevaron a casi 300, el mayor número en Puertollano.
Rescate de personas
En el último año también fueron más las personas rescatadas por los bomberos tras sufrir un accidente de tráfico: 93 frente a las 73 de 2019 sin tres meses de confinamiento. Del mismo modo, aumentó la cifra de personas rescatadas por caídas en parajes mientras realizaban senderismo o en un pozo e incluso del interior del ascensor. Fueron un centenar, frente a las 80 de 2020.
Las actuaciones asistenciales de emergencia para apertura de viviendas a requerimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para rescatar a personas impedidas o que sufrieron una caída se elevaron a 283 en la provincia de Ciudad Real.