La Zona de Bajas Emisiones será «la puntilla» para el comercio

M. Lillo
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Se quejan por las grandes dimensiones que tendrá, por la falta de disuasorios y porque no se les escucha

La ZBE busca reducir el impacto de la contaminación en el centro. - Foto: Rueda Villaverde

La futura Zona de Bajas Emisiones caerá como un jarro de agua fría en los negocios del centro, según consideran colectivos y asociaciones profesionales con los que ha contactado este diario. «Será un desastre total, la puntilla a los bares, comercios y negocios de Ciudad Real», afirmó Gregorio Oraá, portavoz de la Plataforma de Comerciantes 'El centro sobreviviendo', quien recordó que tras la batalla que libraron contra el traslado de la Ciudad Administrativa al antiguo hospital del Carmen, ahora se topan con la Zona de Bajas Emisiones.

«Hay que cumplir la normativa, pero esto no es Nueva York», agregó en referencia a las grandes dimensiones que tendrá la futura ZBE, que ocupará todo el interior de la ronda, y a que el nivel de contaminación en Ciudad Real no es similar al de otras ciudades de mayor tamaño, y que esa contaminación «se concentra en la ronda».

Oraá manifestó la desesperación con la que los comerciantes del centro se enfrentan a la nueva Zona de Bajas Emisiones: «Es imposible, no podemos más, el comercio se está arruinando». El portavoz de esta plataforma habló de la «puntilla» a los negocios y explicó que con las restricciones al tráfico que supondrá, los vecinos de otros municipios que antes acudían de compras a Ciudad Real, «se van a ir a otra ciudad o van a comprar por internet».

También fue tajante el presidente de ATA Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Rivero. Comentó que si bien «hay que respetar las leyes y las normas», en este caso la que viene impuesta de Europa a través de la Ley de Cambio Climático, no es una medida que vaya a ayudar a los autónomos. «Lo que no tiene sentido es que con la que le está cayendo a los autónomos se les prohíba entrar y se les pongan más palos en la rueda».

Al igual que Oraá, comentó que «Ciudad Real no tiene una contaminación tan bestial como Madrid o Barcelona», por lo que habló de un nuevo «jarro de agua fría» cuando los autónomos están luchando ahora por afrontar la subida de los costes de producción.

Para Rivero, el que la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones establezca moratorias para determinados vehículos profesionales, tales como mercancías, supone dos cosas: que «habrá un final», es decir, un momento en el que se acabará esa moratoria y se les multe; y una mayor burocracia para solicitar las correspondientes autorizaciones. Del mismo modo, lamentó todo el perjuicio que supondrá para profesionales como pintores, fontaneros o agentes comerciales que, sin tener un vehículo acogido a moratoria, no podrán acceder al interior de la ronda.

«Ciudad Real no tiene una contaminación como para hacer todo el interior de la ronda la Zona de Bajas Emisiones, no es una almendra, es un melón», dijo de modo gráfico en relación a la amplia superficie que conlleva la ZBE en relación con el conjunto de la ciudad. De hecho, en un anexo al borrador de la ordenanza al que ha tenido acceso La Tribuna se detalla que residen en ella 42.000 personas, más de la mitad de los censados en el municipio (el 56%).

Por su parte, el presidente de la Asociación de comerciantes PymeReal, José María Ruiz, dijo que primero se deberían haber hecho los aparcamientos disuasorios y después prohibir la circulación de determinados vehículos en el centro. «Una vez más, vamos al contrario», lamentó mientras pedía que se hicieran los estudios necesarios para conocer el nivel de emisiones contaminantes que hay en el interior de la ronda. Por último, al igual que Oraá, lamentó la «falta de comunicación» por parte del Ayuntamiento. «Estamos indignados porque nunca jamás nos preguntan nada a los propietarios de negocios en Ciudad Real», se quejó el presidente de PymeReal.