Mayo es el mes de las flores y de las cruces, una tradición cada vez más arraigada en Ciudad Real, destaca a este diario Samuel Guerrero, que fue una de las personas que contribuyó a crear grupos de mayo en la ciudad, en su propio barrio de la Morería. Este año participan en el concurso convocado por el Ayuntamiento de Ciudad Real 24 cruces, pero son más las que van a presidir calles, plazas, rincones y centros docentes de la ciudad, como el Colegio San Francisco Javier y los Marianistas, indica Samuel Guerrero.

La noche del 30 de abril al 1 de mayo volvieron las rondallas a las calles para cantar los mayos ante las cruces envueltas en gasas y mantones y flores y plantas con aromas a azahar, romero y cantueso.  La primera ronda, como es costumbre, en la ventana del Camarín de la Virgen del Prado donde instalaron una de las cruces más bonitas de la ciudad, le siguieron las del templete de los Jardines del Prado y Plaza Mayor para continuar el recorrido por las de hermandades, asociaciones y peñas como la de Morería en el número 31 de la calle Real. Samuel Guerrero ha combinado este año la tradición cristiana con el rito de la matanza, una alegoría en torno a una elaborada cruz de mayo con ornamento floral y útiles para la elaboración de los productos procedentes del cerdo.

Todos los que acudieron a visitar la cruz de mayo de la Peña Morería fueron invitados a una rica limoná acompañada de pestiños. 

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También fueron muchos los ciudadrealeños que dieron la bienvenida al mes de mayo recorriendo las cruces de mayo instaladas en la ciudad y escuchando los cantos de   las rondallas.