Los hechos se remontan cuatro años atrás cuando agentes de la Policía Nacional realizaron una inspección en su establecimiento de venta de alimentos. Se llevó a cabo por el número de menores que acudía a la tienda y las sospechas generadas. El acusado, un hombre de 48 años, reconoció en la Audiencia Provincial de Ciudad Real haberse dedicado a trapichear con drogas en su tienda de  24 horas de Alcázar de Juan, muy frecuentada por menores.

En el registro se hallaron pequeñas cantidades de drogas en envoltorios de plástico cerrados y 610 euros fraccionados en billetes y ocultos en una caja. En el mostrador también encontraron otras cantidades, así como en el vehículo del acusado. Ayer este hombre de origen marroquí e iniciales M.M. admitió el delito de tráfico de estupefacientes que le imputaba el fiscal y aceptó cumplir una pena de tres años de cárcel, uno menos de los que se solicitaba en un principio.  

El encausado tenía permiso de trabajo y residencia en España, ha indicado el fiscal del caso tras explicar los términos del acuerdo alcanzado. El reconocimiento del delito de tráfico de drogas y la circunstancia atenuante de drogadicción aplicada por el fiscal han permitido rebajar la condena de cuatro años de cárcel a tres. Del mismo modo, ha aceptado una multa de 2.198 euros. La defensa pedirá  la suspensión de la pena privativa de libertad, que ha quedado sujeta a la ejecución de condena y los informes sobre la drogodependencia.