El Consejo de Gobierno también aprobó la Ley de Infancia para «prevenir, proteger, intervenir y acompañar» a los niños, adolescentes y jóvenes, así como a sus familias, con programas de apoyo y más formación para los profesionales. El objetivo es «garantizar los derechos de la infancia y un desarrollo integral de todas las facetas de la vida» de los menores y jóvenes de Castilla-La Mancha que más necesidades tienen.
Con esta norma se da cumplimiento a un compromiso electoral del Ejecutivo, pero además se da «justicia social» a un ámbito de la sociedad, en palabras de la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, que pretende promover una «crianza basada en la parentalidad positiva», y tener cubiertas todas las necesidades de los jóvenes.
Para ello, citó como elementos destacados del texto el reconocimiento de víctimas de la violencia de género a todos aquellos niños que «se hayan visto inmersos en cualquiera de estas situaciones».
Se incorporan derechos y deberes a las familias acogedoras, que dijo juegan un «papel fundamental» en la crianza de estos menores, se garantiza un programa de transición a la vida adulta y se incorpora la figura de la «adopción abierta», para que los menores puedan mantener el contacto con la familia biológica o sus hermanos siempre que esta relación «no afecte a la estabilidad emocional del menor».
El Gobierno de Castilla-La Mancha quiere poner el acento en la formación y prevención, con énfasis en el uso y «mal uso» de las nuevas tecnologías para prevenir fórmulas de acoso virtual.
El próximo 20 de noviembre, con motivo del Día mundial de los Derechos de la Infancia, se celebrarán en Guadalajara unas jornadas informativas y lúdicas para dar a conocer el contenido de la Ley.