Coger la maleta, viajar y disfrutar de procesiones como las de Ciudad Real capital o las de muchos municipios de su entorno. Este es el plan que ya tienen muchos para esta Semana Santa, de manera que después del cierre total que supuso la pandemia y de la actividad a medio gas que implicaron las restricciones, el sector hotelero espera, ahora sí, una Semana Santa radiante. De momento las cifras de ocupación llaman al entusiasmo.

«A priori hay buenas expectativas, esperemos que no se tuerzan por el tiempo, pero ya hay bastantes formalizaciones de reservas y a ver si logramos el todo completo como otros años», afirmó a este diario la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, Cristina Miranda, quien aseguró que la Semana Santa es, tradicionalmente, una buena época para los alojamientos hoteleros y también para el sector de la hostelería.

La declaración de Interés Turístico Nacional de la Semana Santa de Ciudad Real supone el estímulo perfecto para muchos viajeros, algunos con raíces en la provincia, para elegir destino. También lo hacen, comentó Miranda, motivados por procesiones como las que tienen municipios del Campo de Calatrava, algunas tan emblemáticas como la de los 'armaos'.

Miranda estima que la ocupación media actual puede situarse en la provincia ya en un 70%, dependiendo de las zonas, aunque el objetivo está claro: «Llegar al 100%». El sector palpa las ganas que hay de una Semana Santa ya de pospandemia, incluso a pesar de la inflación que afecta tanto a las familias como a los propios alojamientos hosteleros.

«Hay ánimo y ganas de viajar, a pesar de que todo el mundo está apretándose el cinturón con los costes disparados», dijo Miranda, que señaló que los visitantes se mueven por «motivos religiosos», como el acudir a las procesiones.

Del lado de los hoteles, también hacen sus cuentas. La Semana Santa se considera temporada alta y de ahí que incrementen algo -dicen- sus precios, tratando así de mitigar el hecho de que tradicionalmente están en el vagón de cola de la rentabilidad hotelera de España. La patronal turística provincial señala la relación calidad-precio que ofrece Ciudad Real y asegura que el precio de los hoteles «todavía no es tan elevado como en otras partes de España».

Echando un vistazo en uno de los más famosos buscadores de alojamientos se comprueba que los precios en las inmediaciones de Ciudad Real están entre los 160 y los 410 euros para una habitación doble por dos noches, del Jueves Santo al Sábado Santo, que es cuando se suelen dar las mayores cifras de ocupación. Los precios son más económicos, eso sí, que lo que se encuentra ya en esta fecha en lugares como Sevilla, el gran referente turístico en los precios llegan incluso a los 900 euros, según el tipo de alojamiento.

Costes para los hoteles. Detrás de este incremento de precios, además de la ley de la oferta y la demanda, está el impacto que la inflación está teniendo en los hoteles. Los gastos como la luz, el personal o la propia cesta de la compra «también sacuden al sector», de manera que han tenido que revisar, al alza, sus precios.

El hotel Guadiana es uno de los que ya ha colgado el cartel de completo. La ocupación allí es del 100% el Jueves, el Viernes y el Sábado Santo gracias a las reservas de algún grupo, pero también familias. «Semana Santa suele ser una fecha que se llena», comentaron desde la recepción de este establecimiento, donde reconocen que el precio es algo mayor que el de otras épocas. «Sube según la demanda», detallaron.

También presentan buenas cifras a unos días del inicio de la celebración religiosa en el hotel Parque Real. De momento tienen un 73,25% de ocupación. «Intentaremos llegar al máximo posible en los próximos días», detalla Jaime Villarroel, desde la recepción.

Asimismo, desde el Cumbria explican que para Jueves Santo rozan ya el lleno, con una ocupación de casi el 90%, mientras que para Viernes Santo están al 64% y el Sábado Santo vuelve a crecer al 80%, mientras que cae al 24% para el domingo, el día de coger las maletas para la vuelta a casa.