Crecen en 8.000 las viviendas con certificado energético

M. Lillo
-

La Junta anima a utilizar los fondos europeos que se han dispuesto para la renovar el parque de pisos ya que en la provincia hasta el 84% de inmuebles suspende en eficiencia

Viviendas antiguas en la zona de Pío XII en la capital que podrían beneficiarse de las ayudas, de hasta el 100% para los casos con especial vulnerabilidad. - Foto: Tomás Fernández

La factura energética se está convirtiendo en uno de los grandes quebraderos de cabeza de las familias en este contexto de precios disparados de la luz o el gas, pero en este escenario negro por la incertidumbre también se alumbran oportunidades, como las que permiten los fondos europeos para sufragar las reformas necesarias en los hogares con el fin de reducir los costes. Mejorar el envolvente de las fachadas o cambiar las ventanas y la carpintería para conseguir mejores aislantes, así como la renovación de las calderas son algunas de las actuaciones que se pueden financiar con ayudas europeas, cuyas convocatorias se están publicando ahora por parte del Gobierno regional y que ya han incrementado en más de 8.000 las viviendas que cuentan con certificado energético.

En concreto, la provincia de Ciudad Real ha pasado de tener 13.601 inmuebles con certificados de eficiencia energética en octubre de 2019 a 24.022 el pasado mes de septiembre, lo que supone casi 8.500 más. «Prevemos que vaya a más, ya que desde el Gobierno de Emiliano García-Page somos una de las primeras comunidades autónomas que ya hemos publicado las convocatorias de los diferentes programas de ayudas y vemos que esto está siendo clave y que irá a más, puesto que a la hora de realizar una actuación de rehabilitación desde la Administración estamos pidiendo muy poca documentación y queremos simplificarla muchísimo, pero sí se necesita tener un certificado de eficiencia energética inicial, para saber de dónde partimos, y uno final, para saber qué mejora de letra se ha conseguido con las actuaciones que se han realizado», informó a este diario la directora general de Vivienda de la Junta de Comunidades, Inés Sandoval.

De hecho, los datos reflejan que el punto de partida no es muy favorable, dado que en España «más de la mitad de las viviendas son de antes de 1980», cuando no había unos criterios establecidos en cuanto a la eficiencia energética. Esto se constata también en las cifras de la provincia de Ciudad Real, donde son precisamente los propietarios de edificios más antiguos, los menos eficientes energéticamente, los que están solicitando estos certificados de cara al diagnóstico de actuaciones a ejecutar con las ayudas.

Crecen en 8.000 las viviendas con certificado energéticoCrecen en 8.000 las viviendas con certificado energético

Suspenden en eficiencia.

En concreto, de los 24.022 certificados emitidos, hasta el 84,5% corresponden con viviendas con clasificación E o inferior, es decir, los que suspenden en eficiencia, mientras que sólo 180, el 0,75%, son los más preparados en este sentido al contar con la máxima catalogación, la A, y otros 385, el 1,60%, con la B, la siguiente en la escala establecida. Aun así, siguen siendo pocos los inmuebles que cuentan con este certificado, ya que el parque total de viviendas de la provincia se eleva a 292.117.

Por esta razón, Sandoval hizo un llamamiento para que los ciudadanos aprovechen unos fondos que dejarán cerca de 100 millones de euros en el conjunto de la región en los dos próximos años, aunque habrá convocatorias abiertas hasta 2026. «Es una inversión única, jamás hemos contado con tantos fondos para mejorar nuestro parque de viviendas», agregó tras poner de relieve que la reforma de los hogares no sólo tendrá beneficios en el bolsillo de las familias, sino también para la mejora de su calidad de vida y de su confort y desde el punto de vista medioambiental, dado que «más del 30% de las emisiones contaminantes proceden de los edificios».

Guerra e inflación.

«Este tipo de intervención, aparte de una revalorización de la vivienda, permite conseguir un ahorro energético que con el paso de los años se nota en las facturas. Es un momento que, aunque difícil, por la incertidumbre económica que hay como consecuencia de la invasión a Ucrania, también es una oportunidad porque estos fondos, con estos criterios tan ventajosos que se han establecido, no se pueden dejar escapar», comentó Sandoval, reconociendo que la alta inflación también puede animar a dar el paso a los propietarios de muchas viviendas o a las comunidades de vecinos.

De hecho, recordó que en la región se han creado tanto oficinas de rehabilitación como agentes expertos en la misma para encargarse también de la solicitud de las ayudas y que los ciudadanos cuenten con las máximas facilidades posibles.