Dar una solución a los pozos que llevan años pendiente de regularización y activar el prometido Plan Especial del Alto Guadiana. Esta es la reivindicación que hará el presidente de la Masa de Agua Subterránea Mancha Occidental II, para lo que ya avanza su intención de buscar «un frente común» para conseguirlo. Lo hará buscando el apoyo de organizaciones agrarias o cooperativas agroalimentarias y teniendo en cuenta que en septiembre se anunció por parte de la Administración que se pondrían encima de la mesa 250 millones de euros para resucitar este plan y regularizar los pozos, pero de momento, seis meses después, no hay nada de lo prometido.

«No se puede seguir exigiendo a unos que cumplan con las restricciones y otros que no estén ni contabilizados ni regularizados», afirma el presidente de esta masa, José Joaquín Gómez, que este miércoles fue reelegido en su cargo. Se refiere a la dotación máxima de 1.350 metros cúbicos que se establece para los leñosos y 1.800 para los herbáceos, que deben controlarse con caudalímetros, mientras que recordó que aún hay más de un millar de pozos que aguardan el proceso de regularización desde 2008 y otros muchos que extraen agua y que ni siquiera la Administración tiene contabilizados.

Gómez, que reconoce que este año ya es bastante que se hayan mantenido esas dotaciones de agua teniendo en cuenta la falta de lluvia, señaló la necesidad de aportar soluciones en la gestión del agua, lo que a su juicio pasa por mayor control y por esa regularización.

Sin embargo, desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) comentaron a este diario no tener noticias que ofrecer sobre los 250 millones de euros prometidos y al estado de esos pozos que se calificaron como de explotaciones prioritarias.

Por otra parte, Gómez avanzó que prevén «un inicio de primavera complicado», que se prolongará más si no llueve en esta estación. Explicó que hay cultivos como el cereal o algunos hortícolas que ya están demandando agua y, sin embargo, las reservas de los acuíferos han ido a la baja. «Si se extrae y no llueve, baja», dijo en referencia a una tendencia que se da «poco a poco» y que pondría en riesgo la supervivencia de muchos agricultores de la provincia a futuro.