Un Quijote de ocho metros es la falla elegida por Fallers pel Món para quemar en la actividad que tiene previsto celebrar este fin de semana en pleno centro de Ciudad Real. La asociación valenciana resume de viernes a sábado las claves de una de las fiestas más internacionales de España y traslada cada año a una ciudad del país las fallas, un desfile de moros y cristianos, las comidas populares con paella y fideuá y la cremá de un monumento que tendrá tintes manchegos. «Es la falla más alta que hemos montado», señaló el presidente de Fallers pel Món, José Amores, quien apuntó que un tráiler trasladará desde los talleres de Valencia y contarán con grúas este jueves para montarla en la plaza de la Constitución. «Siempre intentamos hacer algún monumento a la ciudad a la que vamos con algo típico» y, por este motivo, se ha optado por una cabeza de Don Quijote, que sale de un libro y de arriba le sale un molino, con otros elementos manchegos como vino o queso.

Desde el jueves se empezará a montar esta fiesta de Fallers pel Món, una asociación que lleva una década trasladando esta fiesta a puntos como Ávila, Oviedo, Córdoba, Zaragoza o Salamanca. En la celebración habrá más de un millar de valencianos en Ciudad Real que vivirán un fin de semana con actividades para colegios, pasacalles, verbenas, ofrenda floral, bailes regionales e incluso una mascletá y la cremá. Todas las actividades se celebrarán en la plaza de la Constitución, salvo la traca, que se desarrollará tras el recinto ferial, donde suele celebrarse la de agosto. «No hacemos más porque no nos caben más actividades en las horas que tenemos». De hecho, hay más de 30 actos para apenas dos días.

Valencianos de Ciudad Real

Amores señaló que la comunidad de valencianos que vive en Ciudad Real se está volcando con estas actividades y la asociación ha recibido multitud de llamadas de personas que han pedido sumarse a la ofrenda floral, por ejemplo. Con todo, recordó que habrá límites de aforo en la carpa que se instalará en la plaza de la Constitución, aunque habrá veladores en el entorno, para ampliarlo, y entrada preferente para los vecinos de la capital, que también podrán participar en la ofrenda, ataviados con traje regional. También está previsto el reparto de más de 2.000 raciones de fideuá el sábado y de paella el domingo, que estarán preparados por «cocineros especializados» llegados de Valencia.