Daimiel recuerda la ocupación francesa del siglo XIX

La Tribuna
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Este viernes, la ponencia de Eva María Jesús Morales sobre cómo sufrió Daimiel los años de ocupación francesa a comienzos del siglo XIX, y la revisión de la figura del cineasta daimieleño Miguel Madrid Ortega, a cargo de Jesús Sánchez-Mantero, pondrá

Daimiel recuerda la ocupación francesa del siglo XIX

La sexta edición de las Jornadas de Historia de Daimiel entra en su recta final. Este viernes, la ponencia de Eva María Jesús Morales sobre cómo sufrió Daimiel los años de ocupación francesa a comienzos del siglo XIX, y la revisión de la figura del cineasta daimieleño Miguel Madrid Ortega, a cargo de Jesús Sánchez-Mantero, pondrán el punto y final a un ciclo de charlas que se han prolongado desde finales de mayo en el Museo Comarcal.

 

Este jueves, el patio exterior volvió a completar su aforo para asistir a tres nuevas ponencias, con el alcalde, Leopoldo Sierra, y la concejal de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán entre el público. En la primera de ellas, el profesor del Historia del Arte, Ramón Vicente Díaz del Campo, ofreció una perspectiva distinta a la habitualmente conocida del arquitecto Miguel Fisac: la de diseñador del mobiliario de sus edificios. En este sentido, Díaz del Campo, hizo hincapié en la “gran dimensión creativa y multidisciplinar” de Fisac, a quien definió como “un artista poliédrico”.

Daimiel recuerda la ocupación francesa del siglo XIXDaimiel recuerda la ocupación francesa del siglo XIX

 

Durante la ponencia, vinculó el mobiliario que puede encontrarse en la sala dedicada al arquitecto en el museo, con los muebles que diseñó a lo largo de su trayectoria, para concluir que “Fisac fue uno de los pioneros en la renovación del mobiliario de los años 50”.

 

En la segunda, David Cejudo, presidente de la asociación Venta de Borondo y Patrimonio Manchego, se centró en unas piezas fundamentales de la arquitectura tradicional en piedra seca que jalonan el entorno rural de Daimiel y de los pueblos de La Mancha: los bombos, majanos y pedrizas. A raíz de un trabajo de investigación de siete años, abordó el estado actual de estas construcciones, para plantear estrategias de conservación y posibilidades de utilización futura. Dentro del término municipal, hay unos 80 elementos, de los que una veintena conservan su integridad, testigos de la evolución del paisaje rural de Daimiel y su comarca.

 

Cejudo indicó que “a pesar de que se trata de construcciones vinculadas directamente con la viticultura con entre 100 y 200 años de antigüedad, también están relacionados con el comienzo de la civilización, cuando el hombre pasó de ser nómada a asentarse en poblados”, subrayando su “interesante técnica constructiva” que, además está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

La última de las ponencias, divulgada por José Ramón González Fernández, abordó la función de las hermandades y cofradías del campo de Calatrava desde la Edad Media y su evolución hasta el siglo XVIII para, en el caso de Daimiel, explicar cómo se consiguió esquivar su control por parte del gobierno ilustrado de Carlos III gracias a la autogestión económica.